Desde el año 2015, Ecuador ha entrado en lo que diversos economistas consideran una “década perdida”. Tras el auge de las materias primas que impulsó el crecimiento entre 2003 y 2014, el país experimenta ahora un crecimiento económico raquítico, acompañado de baja inversión privada, alta informalidad laboral y una limitada capacidad del sector público para sostener el desarrollo.

Un reciente estudio analiza los factores estructurales que han impedido que la inversión privada sustituya el rol que tuvo la inversión pública durante el ciclo de bonanza petrolera, señalando siete obstáculos clave que explican este estancamiento.
1. Inestabilidad política y jurídica
Uno de los principales problemas identificados es la inseguridad jurídica. Por lo que, los cambios constantes en leyes, normas tributarias y falta de respeto a los contratos han generado un entorno incierto para los inversionistas. La polarización política y los conflictos entre poderes del Estado ahuyentan la confianza empresarial.
2. Débil institucionalidad
La falta de independencia de entidades clave y la politización de instituciones como la justicia, los organismos de control y la administración tributaria socavan la credibilidad del Estado. La debilidad institucional impide aplicar políticas públicas sostenidas y coherentes, esenciales para el desarrollo de negocios a largo plazo.
3. Tramitología y exceso de regulaciones
El ambiente de negocios en Ecuador sigue marcado por una burocracia pesada. La creación de empresas, obtención de permisos, cumplimiento tributario y procesos de contratación pública están plagados de trámites extensos y costosos, que ralentizan la actividad económica y encarecen la operación formal.
4. Sistema tributario inestable y regresivo
El esquema impositivo ecuatoriano es considerado poco competitivo. Las reformas frecuentes, la falta de incentivos adecuados y una estructura que penaliza la producción formal, sobre todo a las micro, pequeñas y medianas empresas, desincentivan la inversión productiva nacional y extranjera.
5. Infraestructura deficiente y altos costos logísticos
Aunque se han realizado algunas inversiones estratégicas, aún persisten deficiencias en infraestructura vial, portuaria y energética, especialmente en zonas rurales y de frontera. Esto eleva los costos logísticos, encarece la exportación y dificulta la integración del Ecuador en cadenas de valor globales.
6. Mercado laboral rígido e informalidad elevada
El marco legal laboral, basado en esquemas rígidos, impide generar empleo formal de calidad. La falta de flexibilidad, combinada con altos costos de contratación y desvinculación, por lo que, ha promovido la expansión de la informalidad, que actualmente supera el 50 % de la población económicamente activa.
7. Inseguridad y violencia
El deterioro de la seguridad ciudadana, especialmente desde 2021, ha impactado negativamente en la actividad económica. El auge del crimen organizado, el incremento de la violencia y el deterioro de la confianza en la fuerza pública representan un factor disuasivo tanto para los inversionistas locales como internacionales.
Consecuencias: menor crecimiento, menor empleo y alta vulnerabilidad fiscal
La conjunción de estos siete factores ha generado un ecosistema económico poco atractivo. Mientras otros países de la región logran consolidar reformas para atraer capital y generar empleo, Ecuador sigue atrapado en una situación de baja productividad, escasa inversión y alta dependencia del financiamiento externo, como los nuevos desembolsos del Fondo Monetario Internacional (FMI) que, aunque alivian la caja fiscal, no corrigen el problema estructural del déficit.
¿Un futuro con cambios?
La posibilidad de revertir esta situación exige reformas integrales y sostenidas, capaces de restaurar la confianza en las instituciones, modernizar el sistema tributario y laboral, por lo que, reducir la inseguridad y fortalecer la infraestructura. Sin una visión de país a largo plazo y sin compromisos políticos firmes, por lo que, el riesgo de prolongar esta “década perdida” podría transformarse en una generación perdida.
Fuente:
El Universo
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