El Gobierno de Ecuador aclaró que la recaptura de José Adolfo Macías Villamar, alias Fito, líder de Los Choneros, fue una operación 100 % ecuatoriana.Por lo que,desmintió versiones de una supuesta entrega pactada y la intervención de Colombia en el proceso. El ministro del Interior, John Reimberg, afirmó que “su captura fue ejecutada con precisión y valentía” por la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas. Esto ocurrió en el marco de las operaciones de la “guerra” contra las bandas del crimen organizado.

El Gobierno rechaza versiones de entrega pactada
El medio Canal 1 de Colombia había señalado que Fito se habría entregado voluntariamente. Además, solicitó la participación de la embajadora colombiana como garante de su entrega. Ante estas afirmaciones, John Reimberg respondió contundentemente que dichas versiones son “mentiras” y “faltan al esfuerzo institucional” realizado por Ecuador.
“Alias Fito no se entregó ni hubo ningún pacto, y no participó Colombia”, por lo que, enfatizó el Ministro en su cuenta de X. Reafirmó que el operativo fue producto de “amplias labores de inteligencia” y sin mediación extranjera.
El operativo de recaptura en Manabí
Fito, condenado en 2011 a 34 años de cárcel por delitos de narcotráfico, asesinato y delincuencia organizada, fue recapturado el miércoles pasado tras un operativo militar de más de 10 horas. Esto ocurrió en la provincia costera de Manabí, lugar donde nació Los Choneros en 1998. La recaptura se logró luego de una exhaustiva operación de inteligencia. Por lo que, esta operación permitió identificar la vivienda donde se ocultaba en un búnker subterráneo. La operación fue confirmada tras encontrar pastillas para gastritis y la presencia de su hija de tres años en el lugar.
Según Reimberg, las fuerzas de seguridad detectaron un sembrío irregular en los exteriores de la vivienda. Iniciaron excavaciones y, en ese momento, Fito decidió salir del búnker ubicado a la altura de la lavandería, dando fin a su fuga.
La fuga que impulsó la “guerra” contra las bandas
Fito permanecía en paradero desconocido desde su fuga de la Cárcel Regional de Guayaquil entre finales de 2023 e inicios de 2024. Este hecho impulsó al presidente Daniel Noboa a declarar una “guerra” contra las bandas criminales, endureciendo los operativos y la presencia militar en las calles y cárceles del país. Su recaptura se convirtió en una de las prioridades de la agenda de seguridad del actual gobierno, en medio de la escalada de violencia que ha golpeado a Ecuador.
A la espera de su extradición a Estados Unidos
En febrero de 2024, Estados Unidos impuso sanciones contra Los Choneros y su líder Fito, bloqueando todos sus bienes e intereses en propiedades bajo jurisdicción estadounidense. Posteriormente, en abril, el Gobierno estadounidense lo acusó de siete cargos. Estos cargos incluyen conspiración para la distribución internacional de cocaína, uso de armas de fuego y contrabando de armas.
Según las autoridades estadounidenses, Los Choneros operaban en alianza con el Cártel de Sinaloa, enviando toneladas de cocaína desde Sudamérica hasta EE.UU. Por lo que, la droga viajaba a través de Centroamérica y México. Tras su recaptura, Fito fue trasladado a la cárcel de máxima seguridad La Roca en Guayaquil, donde permanece a la espera de su extradición hacia Estados Unidos. Es un proceso que las autoridades ecuatorianas esperan concretar antes de que finalice 2025.
Un mensaje de firmeza institucional
La recaptura de Fito representa un mensaje de firmeza de Ecuador frente al crimen organizado y a las bandas que operan en el país. Además, demuestra la capacidad de las fuerzas de seguridad de ejecutar operativos de alto riesgo sin intervención externa. Para el Gobierno, aclarar que no existió una entrega pactada refuerza su narrativa de control y liderazgo en la lucha contra el narcotráfico, en un momento crítico para la seguridad nacional.
Fuente: Infobae
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