En la cooperativa 40 y la B, en pleno suburbio de Guayaquil, más de 200 moradores participaron en la primera fase de capacitación en emprendimientos sostenibles, como parte de la economía circular.
La iniciativa fue liderada por estudiantes de los últimos semestres de las facultades de Ingeniería Química, Ingeniería de la Producción y Gastronomía de la Universidad de Guayaquil, bajo la supervisión de docentes y autoridades académicas.
Normas de calidad y buenas prácticas, el eje de la formación
Durante el semestre, 50 estudiantes compartieron conocimientos técnicos con los moradores del Centro Comunal y Cultural de APROFE.
La formación se enfocó en la aplicación de normas ISO y Buenas Prácticas de Manufactura (BPM), claves para garantizar la seguridad alimentaria.
“Lavarse bien las manos, usar menaje limpio y evitar la contaminación cruzada son esenciales. Todo esto lo aplicamos en APROFE”, explicó Helen Vásquez, estudiante de Gastronomía.
Talleres para una cocina saludable y segura
La capacitación abarcó temas como manipulación adecuada de alimentos, etiquetado, conservación, y preparación de platos dulces, salados y bebidas sin alcohol.
También se enseñó la importancia del uso de ingredientes de calidad y prácticas seguras para desarrollar productos saludables y sostenibles.
Jabones con aceite reciclado: emprendimiento con conciencia ambiental
Uno de los talleres más destacados fue la elaboración de jabones y desinfectantes a partir de aceite de cocina reciclado.
“El objetivo fue doble: generar ingresos con baja inversión y evitar la contaminación del agua”, indicó Emily Bastidas, estudiante de Ingeniería Química.
Emprendimientos con impacto social
Mujeres, jóvenes, personas desempleadas y adultos mayores encontraron en esta capacitación una herramienta para mejorar su calidad de vida.
Desde microemprendimientos hasta productos de uso familiar, los participantes ganaron confianza, habilidades y una nueva visión sobre el autoempleo.
“Los beneficiarios aprenden desde la teoría hasta la práctica. Esto genera impactos sociales, económicos y personales”, agregó Bastidas.
Formación para una comunidad más productiva
La magíster Lucía Mendoza, responsable de Vinculación con la Comunidad y Bienestar Estudiantil, destacó que los talleres fortalecen la inclusión productiva.
Se abordaron temáticas como cocina saludable, repostería y coctelería sin alcohol, con el propósito de impulsar emprendimientos responsables.
“Queremos que comprendan el valor de la calidad y la sostenibilidad en lo que producen”, señaló.

Modelo replicable en otras zonas de Guayaquil
La decana de Ingeniería Química, Sandra Ronquillo, aseguró que esta iniciativa responde a los convenios firmados con APROFE.
“Es una forma de que nuestros estudiantes devuelvan a la comunidad lo que han recibido de la universidad”, expresó.
El proyecto, liderado por el máster Eddy Zambrano, tiene una duración de tres años. La meta es extenderlo a otros sectores de Guayaquil con el apoyo de gobiernos locales e instituciones comunitarias.
El objetivo final: fortalecer la economía circular como un pilar para el desarrollo comunitario.
Fuente: Expreso
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