El presidente Daniel Noboa, en su discurso de posesión ante la Asamblea Nacional, reveló una de las apuestas más ambiciosas de su nuevo mandato hasta el año 2029. Se trata de la presentación de una Ley de Energía Nuclear. La propuesta busca sentar las bases de un sistema energético moderno, eficiente y sostenible que diversifique la matriz eléctrica del país. En sus palabras, se trata de “abrir el camino hacia el futuro”. Este se enfrenta a un panorama donde la seguridad energética se ha vuelto una urgencia nacional.

Crisis eléctrica de 2023: el punto de quiebre
El antecedente inmediato de esta propuesta fue la crisis energética que azotó al país en 2023, con apagones de hasta 14 horas diarias. Esto fue provocado por una severa sequía que afectó a las hidroeléctricas. Las consecuencias fueron devastadoras: pérdidas económicas por más de 1.900 millones de dólares (1.671 millones de euros), paralización de sectores productivos y un creciente descontento ciudadano.
Ante este contexto, Noboa ha asegurado que su Gobierno reforzará y ampliará el sistema de transmisión eléctrica. Esto garantizará una mejor calidad del servicio a todos los ecuatorianos. El mandatario también anunció la firma de contratos anuales con el sector privado. Se generarán 300 megavatios de energías renovables, especialmente solar, eólica y geotérmica.
Energía nuclear: una nueva alternativa
Aunque Noboa no brindó mayores detalles técnicos sobre la Ley de Energía Nuclear, su sola mención marca un giro histórico en la política energética del país. La energía nuclear podría representar una alternativa de generación estable y limpia. Esto complementaría las fuentes renovables y disminuiría la dependencia del petróleo y de las condiciones climáticas extremas.
La decisión, sin embargo, abre un debate nacional e internacional en torno a la viabilidad técnica. También se discutirá sobre los costos, la seguridad y la aceptación social de la energía nuclear en un país que hasta ahora no ha explorado ese camino.
Impulso al gas y modernización de las refinerías
Además de la apuesta nuclear, el presidente ecuatoriano propuso elevar la producción de gas natural. Esto se centrará especialmente en los bloques costa afuera (offshore), con apoyo de la inversión extranjera pública y privada. Este esfuerzo se enmarca dentro de un plan integral que incluye la modernización de las refinerías del país. La infraestructura obsoleta ha sido fuente de ineficiencia y escándalos de corrupción.
Reforma estructural de empresas públicas
Noboa también mencionó una reestructuración profunda de empresas estatales clave como Petroecuador y la Empresa Nacional Minera. Pretende darles «carácter de empresa», con mayor eficiencia, rendición de cuentas y autonomía operativa. Actualmente, Petroecuador controla el 80% de la producción petrolera nacional —aproximadamente 486.000 barriles diarios—. Las exportaciones de crudo son una de las principales fuentes de ingresos del Estado.
Lucha contra la corrupción y digitalización del sector público
En línea con sus promesas de transparencia, Noboa aseguró que uno de los pilares de su mandato será combatir la corrupción estructural. Esta corrupción ha minado la credibilidad de las empresas públicas y desviado recursos fundamentales. El mandatario también afirmó que la transformación digital marcará un antes y un después en los servicios públicos. Se priorizarán sistemas más eficientes, especialmente en el área de la salud.
Un desafío técnico, político y social
La inclusión de la energía nuclear en el horizonte energético de Ecuador plantea retos complejos. Estos retos abarcan tanto en infraestructura como en legislación, regulación, formación de talento humano y gestión de residuos nucleares. Además, requerirá un amplio consenso político y social. Esto es necesario especialmente en un país que atraviesa una fuerte polarización y desconfianza institucional.
No obstante, Daniel Noboa parece decidido a dejar una huella profunda en la historia energética del país. Si logra materializar estos planes, Ecuador podría iniciar una nueva era de soberanía energética, resiliente y menos dependiente de factores externos.
Fuente: ecuavisa
Te puede interesar:
Ecuador fortalecerá la cooperación internacional en seguridad con tres países