Con botas, guantes gruesos, mascarillas y trajes de protección, decenas de voluntarios participaron en la limpieza del río Machángara, uno de los afluentes más contaminados de Quito. Este operativo evidenció no solo la magnitud de la contaminación. También mostró la urgencia de una política integral de recuperación de los ríos y de prevención de enfermedades. Estas están asociadas a la mala calidad del agua, en momentos en que la ciudad cumple 13 días sin servicio de agua potable. Además, registra al menos 50 alertas por enfermedades gastrointestinales.

124 kilos de residuos menos, pero el peligro persiste
Durante la jornada de limpieza, organizada por Galápagos Guardians junto con Casa Cultural Machángara, Amaruna del Río, el Colectivo Espíritu del Río y el Museo Interactivo de Ciencia, se retiraron 124,53 kilogramos de desechos sólidos. Esto evitó que continuaran su curso hacia ecosistemas frágiles como las Islas Galápagos. Sin embargo, los voluntarios tuvieron que recibir capacitación y protocolos de bioseguridad antes de ingresar al área. Esto se debió a los altos niveles de toxicidad presentes en las riberas.
Un riesgo ambiental y para la salud
La contaminación de este afluente no es solo un problema ambiental. También se ha convertido en un riesgo para la salud pública de Quito. La acumulación de basura y desechos, junto con la proliferación de bacterias y agentes contaminantes en el agua, incrementan el riesgo de enfermedades. Esto ocurre justo cuando la ciudad enfrenta una crisis de agua que ha dejado sin servicio a barrios enteros por casi dos semanas.
Además de la recolección de basura, se realizó un control de la planta invasora susanita. Esta absorbe nutrientes vitales de la vegetación nativa, afectando el equilibrio de las riberas.
Mapeo de puntos críticos y acciones futuras
La iniciativa forma parte de un plan de acción más amplio para evitar que los residuos sigan contaminando ríos y mares. Actualmente, se están mapeando nuevos puntos críticos a lo largo del Machángara para planificar futuras limpiezas. También buscan generar conciencia ciudadana sobre el cuidado de las fuentes hídricas.
Un llamado urgente a la prevención y recuperación de los ríos
El Machángara no es el único río en peligro. En marzo, voluntarios retiraron cerca de 15 toneladas de basura del río San Pedro en Cumbayá. Esta jornada tuvo un objetivo de limpieza, pero también de movilización social para exigir acciones firmes de las autoridades y de la ciudadanía.
Este escenario de contaminación extrema requiere el uso de equipos de protección para realizar limpiezas. Debe ser una alerta roja para Quito y su política de manejo de aguas. Sin una recuperación efectiva y sostenida de los ríos, la calidad de vida, la salud y el futuro ambiental de la capital seguirán en riesgo.
Fuente: Expreso
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