El caso Encuentro ha destapado un complejo esquema de corrupción en Ecuador, donde se utilizaban empresas universitarias para adquirir fármacos a precios inflados. Este método permitía lograr contratos sin levantar sospechas, beneficiando a unos pocos a expensas del sistema de salud público. La trama involucra a figuras destacadas y revela las irregularidades en el proceso de contratación de hospitales públicos.
Los mecanismos del caso Encuentro para obtener contratos
El epicentro de esta operación era la casa de Nahim Massuh, uno de los principales implicados en el caso Encuentro. Aquí, junto con Danilo Carrera Drouet, cuñado del presidente Guillermo Lasso, se discutían las estrategias para conseguir contratos sin licitaciones públicas. Las reuniones fueron grabadas por Massuh y posteriormente transcritas y judicializadas, revelando un mecanismo claro para evadir los concursos públicos. Además, utilizaban la Empresa Pública de Bienes y Servicios UCE Proyectos EP para conseguir contratos con los hospitales del IESS, aprovechando la Ley de Contratación Pública que permite adquisiciones directas entre empresas públicas.
El uso de empresas universitarias
Uno de los objetivos principales de este esquema era vender paracetamol al IESS a precios significativamente altos. Las transcripciones del caso Encuentro detallan cómo se planificaban estos contratos. El segundo paso del plan era lograr que la empresa pública de la Universidad Central subcontratara con compañías privadas, que eran las beneficiarias finales. Entre las compañías involucradas se menciona a TS2, supuestamente vinculada a Andersson Boscán, según el expediente judicial.
El uso de entidades públicas como fachada es un aspecto crucial de este esquema. La Empresa Pública de la Universidad Técnica de Ambato, por ejemplo, ha firmado múltiples contratos con hospitales como el José Carrasco Arteaga y el Carlos Andrade Marín para la compra de fármacos y equipos médicos y quirúrgicos. Estos contratos, obtenidos sin licitaciones públicas, evidencian la magnitud de la corrupción en el sistema de salud.
Las implicaciones del caso Encuentro para el sistema de salud
El caso Encuentro ha provocado una serie de renuncias y investigaciones dentro del sistema de salud ecuatoriano. María José Agusto, directora del Seguro de salud individual y familiar, renunció a su cargo después de poco más de un mes en funciones debido a amenazas contra su vida. Esta renuncia resalta la tensión y el peligro que enfrentan aquellos que buscan limpiar el sistema.
En las reuniones transcritas, los implicados discutían cómo vender medicamentos como el bevacizumab, utilizado en tratamientos de quimioterapia, a precios inflados. Además, uno de los contratos investigados, valorado en 2,2 millones de dólares, buscaba que la empresa universitaria proveyera este medicamento al IESS, demostrando cómo la corrupción afecta directamente a los tratamientos de pacientes críticos.
La búsqueda de justicia en el caso Encuentro
El caso Encuentro sigue en desarrollo, con la Fiscalía investigando a varias personas no identificadas que habrían usado entidades públicas como fachada para sus operaciones. Las transcripciones de las reuniones en la casa de Massuh, donde se planeaban estos contratos, son una pieza clave en el expediente. En ellas, se analiza cómo sumar al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) a la lista de clientes mediante la utilización de una empresa estadounidense.
El sistema de salud de Ecuador se encuentra en el centro de este escándalo, enfrentando una crisis de confianza y la necesidad urgente de reformas. La exposición de estos actos corruptos subraya la importancia de la transparencia y la rendición de cuentas en las instituciones públicas.