El sarampión resurge y evidencia vulnerabilidades regionales
El nuevo brote de sarampión en Latinoamérica ha encendido las alarmas de las autoridades sanitarias y de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El sarampión, una enfermedad viral altamente contagiosa y prevenible mediante vacunación, ha resurgido de forma preocupante en 2025. Solo en los primeros cuatro meses del año se han reportado 2.325 casos confirmados en el continente americano, un incremento de 11 veces respecto al mismo periodo de 2024.
Según datos oficiales, este repunte del sarampión ha afectado principalmente a menores y adolescentes de entre 10 y 19 años, seguidos por niños de 1 a 4 años. Adultos jóvenes de 20 a 29 años también figuran entre los más afectados. De los casos confirmados, el 30 % no contaba con vacunación previa. Además, en el 65 % no se conocía el estado de su esquema de inmunización.
¿Por qué el sarampión vuelve a propagarse?
El rebrote de sarampión en Latinoamérica se relaciona con una baja cobertura de vacunación, rezagos del COVID-19 y debilitamiento de la vigilancia epidemiológica. La interrupción de programas rutinarios de inmunización durante la pandemia dejó grietas que ahora están siendo aprovechadas por el virus.
También influyen factores como barreras geográficas, culturales y socioeconómicas que impiden el acceso a la vacuna. A esto se suman movimientos migratorios desde regiones con baja cobertura y una creciente ola de desinformación en torno a la seguridad de las vacunas.

El sarampión no es un simple sarpullido
El Dr. Raimundo Seguí López-Peñalver, coordinador de la Maestría en Epidemiología y Salud Pública de la Universidad Internacional de Valencia, advierte sobre la gravedad de esta enfermedad. El especialista recalca que el sarampión puede provocar neumonía, encefalitis, diarrea severa y hasta ceguera. Los menores de cinco años sin vacunar y personas inmunocomprometidas están entre los grupos de mayor riesgo.
El sarampión no solo representa una amenaza directa a la salud, sino que también tiene un alto costo para los sistemas sanitarios. Los brotes consumen recursos hospitalarios, desvían personal y causan disrupciones en sectores como educación y trabajo.
Vacunación: clave para contener el brote de sarampión en Latinoamérica
La prevención sigue siendo la mejor estrategia para contener el brote de sarampión en Latinoamérica. Para lograr inmunidad colectiva, se requiere una cobertura de vacunación del 95 % con dos dosis. Además, es crucial implementar vigilancia epidemiológica eficaz que permita detectar casos tempranos y actuar con rapidez.
Combatir el sarampión no es solo un reto médico, también es una responsabilidad social. La situación actual debe ser vista como una oportunidad para fortalecer los sistemas de salud y recuperar la confianza en la inmunización como pilar de la salud pública.
Fuente:
Más noticias:
El sur de Quito espera el restablecimiento total del servicio de agua tras 14 días de emergencia