El Black Friday se ha consolidado como uno de los eventos comerciales más esperados en Ecuador, generando un impacto significativo en la economía local. Según datos de la Cámara de Comercio de Guayaquil, durante este periodo, el gasto promedio por persona alcanza los USD 120, con un fuerte enfoque en productos tecnológicos, moda y electrodomésticos. En este contexto, los centros comerciales se han convertido en los principales escenarios de esta jornada, ofreciendo una experiencia única que combina ofertas y entretenimiento.
Centros comerciales, epicentro del Black Friday
Durante el Black Friday, centros comerciales en ciudades como Quito, Guayaquil y Cuenca registran un notable incremento en la afluencia de visitantes, con un aumento esperado de entre el 20% y 50% en comparación con semanas normales. Esta tendencia refleja el interés de los consumidores por aprovechar las promociones y descuentos, así como por disfrutar de eventos organizados específicamente para la ocasión.
Para Marinela Berrazueta, representante de Ciudad Comercial El Recreo, el Black Friday es una oportunidad para fortalecer las ventas y apoyar la economía familiar. “Nos preparamos con descuentos de hasta el 50% desde el 25 de noviembre al 1 de diciembre, estimando un aumento de visitantes superior al 20%”, destacó Berrazueta, subrayando la importancia de esta fecha para el sector.
Cambios en el comportamiento del consumidor
El impacto del Black Friday también se ve reflejado en el comportamiento de los compradores. Un estudio indica que los consumidores ecuatorianos planifican con antelación, investigando precios y comparando opciones antes de realizar sus compras. Este enfoque estratégico es especialmente evidente en la creciente demanda de productos tecnológicos y del hogar, motivada por la digitalización en el trabajo y la educación.
El futuro del Black Friday en Ecuador
A medida que esta jornada sigue ganando relevancia, se espera que el comercio electrónico complemente la experiencia física, ofreciendo una alternativa segura y conveniente para los consumidores. Esto no solo amplía las oportunidades de venta, sino que también impulsa el crecimiento de pequeños y grandes negocios.
En conclusión, el Black Friday en Ecuador se ha transformado en un motor económico fundamental, beneficiando tanto a comerciantes como a consumidores y marcando un hito en la cultura de consumo del país.
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