Alerta por automedicación en Aguascalientes
El Instituto de Salud del Estado de Aguascalientes (ISSEA) ha encendido las alarmas por una práctica cada vez más común: la automedicación. Según el titular del organismo, Rubén Galaviz Tristán, el consumo excesivo de analgésicos puede provocar daños hepáticos y renales a mediano plazo. Esta advertencia no es menor, considerando que medicamentos como el paracetamol, la aspirina y el ibuprofeno son parte del consumo habitual de muchas personas.
Medicamentos comunes con alto riesgo
Entre los fármacos más usados sin receta también se encuentran los sedantes y somníferos. Aunque muchos de estos son de libre demanda, esto no significa que sean seguros. De hecho, la facilidad para obtenerlos en cualquier farmacia contribuye al problema. Un analgésico muy conocido, según Galaviz Tristán, es utilizado frecuentemente junto con refrescos de cola, lo que genera una falsa sensación de bienestar.

Automedicación y efectos en la salud
La automedicación puede aliviar temporalmente dolores de cabeza, musculares y articulares, pero su uso diario conlleva riesgos graves. A largo plazo, el abuso de estos medicamentos puede dañar órganos vitales como el hígado y los riñones. Por ello, es fundamental evitar su consumo sin supervisión médica.
Recomendaciones para prevenir daños
El ISSEA recomienda que todo medicamento deba ser administrado bajo vigilancia médica, incluso si no requiere receta. Consultar a un especialista ante cualquier malestar es siempre la mejor opción.
Una problemática global
La automedicación no es exclusiva de Aguascalientes. Es un fenómeno global que se repite en muchos países, aunque en algunos la venta de medicamentos está más regulada. Evitar esta práctica puede prevenir daños irreversibles en la salud a largo plazo. En países con sistemas de salud más estrictos, los medicamentos solo se expenden con receta médica, lo cual permite un mejor control sobre el consumo.
En contraste, en regiones donde esta regulación es más laxa, el acceso libre a fármacos incrementa los riesgos de toxicidad, sobredosis y dependencia. Por esta razón, es urgente promover campañas de concientización sobre los peligros de la automedicación, fomentar consultas médicas oportunas y garantizar que la población tenga acceso adecuado a servicios de salud que eviten el uso indiscriminado de medicamentos. Solo así se podrá reducir el impacto negativo que esta práctica genera en la salud pública y prevenir una crisis de salud a gran escala.
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