En un nuevo episodio de violencia urbana, un ataque armado en bus en Guayaquil dejó como saldo la muerte de una mujer la mañana del jueves 1 de mayo. La víctima se encontraba como pasajera en una unidad de la línea 49, perteneciente a la cooperativa Ciudadela Unidas, cuando fue impactada por múltiples disparos.
Este violento suceso se registró específicamente en el bloque 7 de Flor de Bastión, una zona crítica ubicada dentro del distrito Nueva Prosperina, al noroeste de la ciudad. Como era de esperarse, y tomando en cuenta los reiterados hechos similares, dicha área se considera actualmente el sector más conflictivo del país. Además, esto se debe especialmente a los altos índices de criminalidad que, con el tiempo, han ido en aumento.
Detalles del ataque y modus operandi
Según información preliminar de la Policía Nacional, dos individuos que se movilizaban en una motocicleta perpetraron el ataque armado en bus en Guayaquil. Los agresores interceptaron el vehículo de transporte público y sin mediar palabra abrieron fuego en repetidas ocasiones.
Apenas unos segundos después de abordar el bus, los proyectiles impactaron directamente a la mujer. Como era de esperarse, y debido a la gravedad de las heridas, ella perdió la vida en el lugar del ataque. Testigos indicaron que no hubo enfrentamiento previo, lo que sugiere que se trató de un ataque dirigido. Un agente policial en el lugar confirmó que los responsables huyeron tras el atentado.

Reacción inmediata del conductor
Visiblemente afectado y en estado de shock, el conductor del bus condujo la unidad hasta el sector Paraíso de la Flor. Allí, solicitó auxilio a los moradores y notificó a las autoridades mediante una llamada de emergencia.
Este hecho se suma a una alarmante estadística que no deja de crecer. Solo en el distrito Nueva Prosperina se han contabilizado 293 asesinatos hasta la fecha, lo que lo convierte en el sector más violento de la Zona 8 y del Ecuador.
Contexto de la violencia en Guayaquil
En efecto, el ataque armado en bus en Guayaquil no es un hecho aislado. Por el contrario, forma parte de una escalada de violencia que, lamentablemente, ha venido azotando a la ciudad durante los últimos años. Además, la presencia constante de grupos delictivos organizados, sumada al tráfico de armas, contribuye de manera directa a la creciente inseguridad que afecta a la población.
Especialistas en seguridad ciudadana alertan sobre el patrón creciente de ataques en espacios públicos y unidades de transporte, lo que pone en riesgo la vida de civiles inocentes. En consecuencia, las autoridades han identificado al distrito Nueva Prosperina como una de las zonas más peligrosas, principalmente debido al control territorial que ejercen las bandas delictivas.
Urgente intervención estatal
Ante estos hechos, la ciudadanía exige una respuesta contundente del Estado. El ataque armado en bus en Guayaquil es una señal más de que la violencia ha traspasado todos los límites. En este contexto, y considerando la gravedad de los hechos, se requiere con urgencia una intervención estructural. Además, no basta con una respuesta policial, ya que solo una estrategia integral permitirá recuperar la paz en los sectores más afectados por el crimen.
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