Los efectos de los cortes de luz en la salud de los ecuatorianos son más graves de lo que aparentan. Los apagones no solo generan angustia y preocupación, sino que incrementan la probabilidad de accidentes domésticos y complican el manejo de diversas enfermedades. La conservación de la insulina, la conexión de dispositivos médicos como el CPAP y la operación de camas articuladas son algunos ejemplos de los retos durante los apagones.
Según la Doctora Lucy García, Gerente Médico de Ecuasanitas, los apagones agravan la situación de quienes padecen enfermedades crónicas, como problemas cardíacos y diabetes. “Las personas con equipos médicos eléctricos enfrentan riesgos críticos. Además, se observan más caídas y fracturas, especialmente en adultos mayores”, puntualiza.
Consejos prácticos para proteger la salud en apagones
Planificación de citas médicas: Los pacientes con enfermedades crónicas deben coordinar sus citas médicas anticipadamente. Acudir a un prestador médico que ofrezca servicios integrales permite una gestión eficiente. Es esencial tener a la mano los números de emergencia y acceso a servicios de salud.
Cuidado del bienestar mental: Para proteger el bienestar mental, es importante mantener un ambiente sereno. Actividades familiares, ejercicios y juegos ayudan a reducir la ansiedad. Para los niños, explicar la situación con calma evita el miedo.
Preparación de botiquín y equipos de respaldo: Un botiquín completo es vital, junto con baterías adicionales y, si es posible, un generador de emergencia para equipos médicos.
Organización de medicamentos: Durante los apagones, se debe contar con un pastillero organizado para un acceso seguro a los medicamentos. Clasificar las medicinas por horario y tipo facilita su administración.
Almacenamiento de medicamentos sensibles: La insulina y otros medicamentos que requieren refrigeración constante deben mantenerse en coolers con hielo o mediante fuentes de energía alternas.
Comunicación constante: Informar a familiares o vecinos sobre la situación garantiza ayuda en caso de necesidad. Las personas mayores o con movilidad limitada requieren especial atención.
Seguridad en la iluminación
Es importante evitar el uso de velas o fuentes de fuego abiertas durante los apagones. Las velas pueden ser peligrosas si se dejan desatendidas, incrementando el riesgo de incendios. Las linternas recargables o luces de batería son alternativas más seguras y eficientes.
Acceso a servicios de emergencia
Mantener los contactos de emergencias visibles es indispensable. Números como ECU911 y el seguro de salud, junto con médicos de cabecera y farmacias cercanas, deben estar accesibles. Ecuasanitas, a través de su red, garantiza atención rápida incluso en apagones, asegurando que los pacientes mantengan sus tratamientos y consultas de forma continua.
Con medidas adecuadas, se puede minimizar el impacto de los apagones en la salud, protegiendo tanto la seguridad física como el bienestar emocional de la población.
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