Después de años sin competencia real, Starlink comienza a tener compañía. Amazon ha puesto en órbita los primeros 27 satélites operativos de su constelación Kuiper, iniciando oficialmente el despliegue de su red de Internet satelital. El lanzamiento se realizó el martes en la madrugada desde Cabo Cañaveral, a bordo de un cohete Atlas V de United Launch Alliance (ULA).
Con este paso, Amazon da inicio a su constelación inicial de 3.232 satélites en la órbita baja terrestre, ubicada entre los 590 y 630 kilómetros de altitud. El objetivo es ofrecer conexión de banda ancha con baja latencia en zonas donde las redes terrestres son deficientes o inexistentes.
Un competidor con músculo financiero, pero sin cohetes propios
Project Kuiper fue anunciado en 2018, un año después de que SpaceX lanzara sus primeros satélites Starlink. Sin embargo, su desarrollo ha sido más lento. Hasta ahora solo se habían lanzado dos satélites de prueba, y Amazon todavía depende de lanzadores externos para continuar con su despliegue.
A diferencia de SpaceX, que fabrica y reutiliza sus propios cohetes Falcon 9, Amazon no cuenta con tecnología propia para poner satélites en órbita. Por eso, en 2022 firmó el mayor contrato comercial de lanzamientos de la historia, asegurando cohetes con ULA, ArianeGroup y Blue Origin, la empresa aeroespacial de Jeff Bezos.
Una carrera contra el tiempo para cumplir con la FCC
El desafío más inmediato para Amazon es el calendario. Su licencia de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) exige tener al menos la mitad de su constelación —1.618 satélites— en órbita para julio de 2026. Actualmente, el proyecto lleva un año de retraso, y alcanzar ese objetivo sin demoras adicionales parece complejo.
Además, los lanzadores que usará Kuiper aún deben demostrar fiabilidad. El cohete New Glenn de Blue Origin, por ejemplo, solo ha volado una vez y no ha logrado aterrizar. La reutilización, clave en el éxito de SpaceX, todavía no está garantizada en el entorno de Amazon.
Una competencia global con Europa y China avanzando por su cuenta
A nivel internacional, Kuiper es el primer rival con una capacidad económica comparable a la de Starlink. No obstante, otras constelaciones también ganan terreno. En Europa, OneWeb de Eutelsat ya cuenta con unos 630 satélites operativos, aunque su enfoque es más institucional.

China, por su parte, avanza con múltiples megaconstelaciones como SpaceSail, que podría llegar a ofrecer precios hasta un 30% más bajos que Starlink en mercados emergentes. Se espera que sus redes lleguen a tener decenas de miles de satélites para 2030.
La batalla por el Internet satelital global apenas comienza, y Amazon, aunque llega tarde, tiene la capacidad de cambiar las reglas del juego si logra superar sus obstáculos técnicos y de tiempo.
Otras noticias:
OpenAI desafía a Amazon y Google con su nueva función de compras