El desastre ecológico afectó al estero El Salado y movilizó a autoridades ambientales, bomberos y técnicos para contener la mancha contaminante. La ministra de Ambiente asegura que se actuará con todo el rigor de la ley.
Un grave atentado ambiental sacude a Guayaquil
La contaminación de uno de los principales ecosistemas de Guayaquil, el estero El Salado, ha encendido las alertas de las autoridades ambientales y judiciales del país. El domingo 1 de junio de 2025 se reportó un derrame de aceite quemado y grasas en un ramal de la Reserva de Producción Faunística Manglares El Salado, lo que generó impactos visibles en el agua, la fauna y la flora del sector.
La ministra de Agua, Ambiente y Transición Ecológica, María Luisa Cruz, confirmó que el Gobierno ingresó una denuncia formal ante la Fiscalía General del Estado por delitos contra la fauna y flora silvestres. La mancha de contaminante se extendió por diferentes puntos del estero y fue claramente visible en el sector del barrio Kennedy, al norte de la ciudad.
Activación inmediata de medidas de contención
Frente a la emergencia, el Ministerio de Ambiente activó el Fondo de Emergencia de Áreas Protegidas. Técnicos y guardaparques de zonas cercanas se movilizaron para evaluar el daño y frenar la propagación de la sustancia contaminante. Paralelamente, se solicitó el respaldo logístico y técnico al Ministerio de Energía y Minas para enfrentar la situación.

Asimismo, el sistema de emergencias ECU 911 fue activado para acceder a las grabaciones de videovigilancia, con el objetivo de identificar a los responsables del vertido ilegal. Según los primeros indicios, el derrame se habría producido por el vertido no autorizado de aceite quemado y grasas, lo que constituye una grave infracción ambiental.
Intervención multisectorial en la zona afectada
La empresa municipal Segura fue la primera en reportar la presencia de la mancha contaminante. Inmediatamente, la unidad de materiales peligrosos del Cuerpo de Bomberos de Guayaquil desplegó botes para rastrear el origen del derrame. Petroecuador también desplazó personal técnico para apoyar en la contención, mientras que la empresa Interagua recolectó muestras del líquido para su análisis.
Esta coordinación interinstitucional refleja la magnitud del daño ambiental y la urgencia de implementar medidas correctivas. La ministra Cruz recalcó que este tipo de delitos no prescriben y que el Estado actuará con firmeza para sancionar a los responsables.
Importancia ecológica y económica de los manglares
Los manglares de El Salado no solo son un refugio vital para especies en peligro de extinción, sino que también cumplen una función clave en la protección costera y en el sostenimiento de la pesca artesanal. La contaminación de este ecosistema pone en riesgo la biodiversidad local y las actividades económicas de cientos de familias que dependen de él.
Por su relevancia ecológica y su rol en la mitigación del cambio climático, la reserva es considerada un patrimonio natural de alto valor, por lo que cualquier afectación despierta la inmediata intervención del Estado.
Llamado ciudadano y seguimiento judicial
La situación ha despertado preocupación en organizaciones ambientales y ciudadanos que exigen una investigación transparente y sanciones ejemplares. La Fiscalía General deberá determinar responsabilidades y esclarecer si existen actores industriales o particulares involucrados.
Las autoridades recordaron que los delitos ambientales están tipificados en el Código Orgánico Integral Penal (COIP) y pueden conllevar sanciones penales y administrativas. El caso también podría generar nuevas normativas para reforzar los controles sobre el manejo de residuos peligrosos en zonas cercanas a ecosistemas vulnerables.
Fuente original: El Comercio