Aumentan las ventas pero el mercado del aceite de oliva se resiente
En los primeros tres meses del año, las ventas de aceite de oliva alcanzaron los 81,32 millones de litros, lo que representa un aumento del 47,15% respecto al mismo periodo del año anterior. A simple vista, se trata de una buena noticia para un sector que ha pasado por años difíciles. Sin embargo, este aumento está generando un profundo desequilibrio en el mercado que amenaza con empeorar la situación general en los próximos meses. Este incremento, lejos de suponer una recuperación sólida, revela problemas estructurales. En lugar de estabilizar precios y garantizar disponibilidad, la elevada demanda está agotando las reservas con demasiada rapidez.
Desequilibrio entre producción y demanda
Uno de los factores clave es que la producción no está siendo suficiente para responder al crecimiento de la demanda. Según datos de la Comisión Europea, países productores como Portugal y Grecia han reducido su oferta. En concreto, se estima que las existencias de aceite disponibles en la Unión Europea serán un 30% inferiores a la media de las últimas cinco campañas. En España, el enlace entre campañas —la cantidad de aceite de oliva que queda disponible hasta la próxima cosecha— se estima que caerá un 18%. Esta escasez condicionará los precios durante el verano y podría generar subidas impredecibles en los supermercados.

El riesgo de no tener enlace de aceite
El concepto de enlace de campaña es clave para comprender el problema. Este enlace garantiza la disponibilidad de aceite durante los meses previos a la nueva cosecha. Si no hay suficiente, el mercado se vuelve inestable y los precios fluctúan sin control. Además, el enlace permite contener los precios y dar cierta previsibilidad al sector. Su ausencia no solo impacta a productores y envasadores, sino también a los consumidores. Ya se observan pérdidas cercanas a los mil millones de euros, lo que confirma que el panorama es más preocupante de lo que reflejan las cifras de ventas.
¿Qué futuro espera al aceite de oliva?
Todo apunta a que los próximos meses estarán marcados por una gran incertidumbre. Hasta que no se conozca el aforo de la siguiente cosecha, el mercado seguirá con precios volátiles. El aceite de oliva, aunque vital para muchas cocinas, puede convertirse en un producto de difícil acceso si no se toman medidas urgentes. La situación internacional tampoco favorece. La reducción de oferta en otros países productores y la falta de un stock sólido en Europa podrían hacer que la presión recaiga aún más sobre España.
Conclusión: una buena noticia con consecuencias negativas
Lo que parecía ser el año de la recuperación del aceite de oliva ha terminado por ser una señal de alerta. El incremento en ventas no ha venido acompañado de una mejora estructural. Por el contrario, ha evidenciado los problemas latentes que afectan al sector: escasez, volatilidad y falta de control en los precios. Este desequilibrio podría traducirse en un verano difícil para consumidores y productores por igual. De no garantizarse un adecuado enlace, la recuperación será solo una ilusión momentánea.
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