Un grupo significativo de asambleístas del movimiento correísta no asistirá a la ceremonia de posesión presidencial de Daniel Noboa. Esta se celebrará este sábado 24 de mayo de 2025 en la Asamblea Nacional en Quito. Esta decisión, aunque justificada públicamente por compromisos en territorio, ha sido interpretada como una muestra de desacuerdo con el nuevo mandato del actual presidente reelecto.

Trabajo en territorio como argumento
El legislador correísta Héctor Muñoz, en declaraciones a Radio Sonorama, explicó que su inasistencia responde a la necesidad de atender demandas ciudadanas:
“En lo personal yo no voy a estar presente, tengo que trabajar en el territorio para dar cuenta de las demandas de nuestros mandantes y ser coherentes con ese mandato popular”, señaló Muñoz.
Aunque aclaró que no hablaba en nombre oficial del bloque, adelantó que otros legisladores de la bancada opositora tomarán la misma postura:
“Puedo decir que al menos un grupo fuerte de asambleístas estaremos trabajando en territorio, dándole salida a los problemas de nuestra sociedad”.
Un gesto de oposición en un contexto tenso
La ausencia de los correístas, la principal fuerza opositora en la Asamblea Nacional, no es un hecho menor. La relación entre el oficialismo y el correísmo ha sido marcada por fricciones profundas desde los gobiernos de Guillermo Lasso. Durante el actual mandato de Noboa también ha habido choques, especialmente en temas sensibles como la seguridad, la justicia y la economía.
Este distanciamiento también refleja el rechazo político de un sector importante del legislativo hacia el proyecto del presidente Noboa. Él fue reelegido en abril de 2025 tras imponerse nuevamente a Luisa González, candidata del correísmo.
Ceremonia de posesión con amplia representación internacional
A pesar de la ausencia opositora, el evento contará con la asistencia de delegaciones de alto nivel de 57 países y 18 organismos internacionales, según confirmó la Cancillería ecuatoriana. Entre los asistentes más destacados se encuentra Robert F. Kennedy Jr., Secretario de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos. Él es enviado especial del presidente Donald Trump.
También se confirmó la presencia de la presidenta de Perú, Dina Boluarte. Ella recibió autorización del Congreso de su país para asistir al evento. Aunque aún no se ha revelado la lista completa de dignatarios, se espera una representación diplomática significativa. Esto está en consonancia con los esfuerzos del gobierno de Noboa por fortalecer alianzas internacionales.
Operativo de seguridad sin precedentes
La jornada estará enmarcada por un dispositivo de seguridad minuciosamente planificado. El coronel Roberto Santamaría, jefe de la Escolta Legislativa, explicó que se desplegarán más de 1.000 efectivos entre policías y militares. Esto ocurrirá desde la madrugada del viernes. Habrá tres anillos de seguridad en torno al Palacio Legislativo, además de barridos electrónicos para descartar amenazas explosivas.
El presidente Noboa llegará al lugar minutos antes de las 11:00 a bordo de una cápsula de seguridad especial. Esta medida es una respuesta a las amenazas vigentes contra autoridades del Estado. Este tipo de logística refuerza el carácter estratégico del evento. También demuestra la preocupación por la seguridad nacional en medio de un entorno político complejo.
El perfil de Noboa: juventud, empresa y reformas
Daniel Noboa, nacido en Guayaquil y heredero del imperio bananero de Álvaro Noboa, es una figura emergente en la política ecuatoriana. Inició su carrera como asambleísta en 2021 y saltó al protagonismo nacional tras ganar las elecciones presidenciales anticipadas de 2023.
Durante su primer mandato, Noboa implementó políticas enfocadas en combatir la violencia del crimen organizado. Además, promovió reformas económicas que faciliten la inversión extranjera. Tras consolidar su liderazgo en abril de 2025, ahora inicia un período presidencial completo que durará hasta 2029. Se enfrentará a los retos de recuperar la seguridad pública y estabilizar la economía.
La inasistencia de la bancada correísta a la posesión presidencial de Daniel Noboa no solo simboliza un desacuerdo político. También revela el difícil camino de gobernabilidad que enfrentará el mandatario en su nuevo periodo. Mientras tanto, el respaldo internacional y la sólida presencia diplomática auguran un inicio con atención global. Esto ocurre en un país que continúa en la encrucijada de la reconstrucción económica y el combate al crimen organizado.
Fuente:
Infobae
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