El sector turístico ecuatoriano se enfrenta a cambios significativos con la implementación del reglamento asociado a la Ley de Turismo. Esta normativa, recientemente anunciada por el Gobierno, busca promover el alivio financiero, incentivar el desarrollo turístico y mejorar la competitividad del país. Sin embargo, diversas voces dentro de la industria expresan reservas y preocupaciones respecto a su efectividad y aplicación.
Impacto en la industria turística
Holbach Muñeton, presidente de la Federación Nacional de Cámaras Provinciales de Turismo del Ecuador (Fenacaptur), ha manifestado que la normativa actual no resolverá las necesidades críticas del sector turístico. Reconoce los esfuerzos por establecer un comité técnico para gestionar el Fondo de Desarrollo Turístico, financiado por las tasas ecodelta y la potencia turística. No obstante, Muñeton sugiere que la participación en este comité debería ser obligatoria para la academia y el sector privado. Debido a que, son quienes tienen un conocimiento profundo de las necesidades y riesgos del sector.
Preocupaciones y expectativas
Entre las principales preocupaciones de Fenacaptur se encuentran los efectos sobre los precios de patentes y permisos, donde esperaban una reducción. Además, señalan la falta de regulación y el pago de impuestos por parte de las plataformas de alquiler como Airbnb, comparado con las obligaciones fiscales de las empresas turísticas establecidas.
Impacto en el sector aéreo
El sector aéreo también ha sido incorporado en las disposiciones del nuevo reglamento. Representantes de la Asociación de Representantes de Líneas Aéreas del Ecuador (Arlae) destacan que estas medidas podrían mejorar la competitividad del país al facilitar la llegada de más líneas aéreas. También puede fomentar una mayor competencia y oferta de servicios.
Según Marco Subía de Arlae, la eliminación progresiva del 5% del Impuesto a la Salida de Divisas (ISD) para las aerolíneas y el recargo al combustible aéreo son pasos positivos. Este cambio busca reducir los costos operativos que representan una carga significativa para las aerolíneas, afectando su competitividad en el mercado global.
Respecto a si estas medidas resultarán en una mayor oferta y precios más bajos, Subía explica que históricamente la competencia ha llevado a mejoras en precios y servicios en el mercado. La eliminación gradual de cargas impositivas adicionales y la mejora en las condiciones operativas podrían traducirse en beneficios tangibles para los usuarios finales. Esto haría más accesibles los servicios aéreos y turísticos en general.
Más noticias:
El Proyecto ‘Alma’ revela a las innovadoras ganadoras de emprendimientos sostenibles