Ante la inminente llegada del fenómeno climático de El Niño, cuerpos de bomberos de varias provincias ecuatorianas se agrupan estratégicamente para hacer frente a posibles inundaciones. La iniciativa, liderada por el comandante del Cuerpo de Bomberos de Quito, Esteban Cárdenas, busca integrar planes operativos y generar respuestas rápidas ante el evento climático.
La colaboración abarca a cuerpos de bomberos de Esmeraldas, Imbabura, Pichincha, Santo Domingo de los Tsáchilas, Cotopaxi, Tungurahua y Chimborazo. Ya se han identificado zonas vulnerables, como Puerto Quito, Los Bancos, Pedro Vicente Maldonado, La Maná, Pangua, Río Verde, Eloy Alfaro, San Lorenzo y Santo Domingo de los Tsáchilas.
El comandante Cárdenas destaca la necesidad de prevenir y actuar ante posibles desastres naturales, especialmente en áreas con limitados recursos. “Es lamentable decirlo, pero esos tres cantones tienen un abandono total”, menciona respecto a la situación en Esmeraldas.
Los bomberos también resaltan la particular vulnerabilidad de Santo Domingo de los Tsáchilas debido a su alto índice de fluorimetría. Aunque aún no se ha definido el número exacto de rescatistas asignados por cada cuerpo de bomberos, se espera que, desde Quito, salgan al menos 100 a las zonas afectadas.
En Guayaquil, con más de 500 rescatistas, la capacitación continua es clave. La división fluvial y de rescate se activa ante alertas de crecida de ríos, realizando simulacros de rescate y ejercicios constantes en zonas vulnerables.
A medida que se intensifican los preparativos, la Secretaría de Riesgos prevé la implementación de al menos 500 albergues temporales para acoger a las familias afectadas por los posibles efectos del Fenómeno de El Niño. ¿Cómo responderán los bomberos ante esta desafiante amenaza climática?