La experta Norma Méndez destapa una realidad impactante: los subsidios a los combustibles en Ecuador no solo representan una carga financiera significativa, sino que también obstaculizan la capacidad del país para asegurar financiamiento internacional. Con entre $3,000 millones y $4,500 millones destinados anualmente a subsidios, Méndez argumenta que estos fondos podrían ser mejor empleados en proyectos cruciales como obras públicas, educación y salud, en lugar de acumular deudas.
En una entrevista con La Hora, Méndez resalta que Ecuador, al no alinearse con la transición energética y la lucha contra el cambio climático, está perdiendo oportunidades clave de desarrollo y acceso a financiamiento para proyectos vitales. En sus palabras: “Estamos perdiendo muchas oportunidades de desarrollo y gastando miles de millones en uno de los subsidios más ineficientes que existe”. ¿Cuáles son las implicaciones de esta realidad para el futuro de Ecuador?