Guillermo Lasso culmina su mandato con un saldo alarmante en términos de inseguridad, marcado por un aumento en los asesinatos, incautaciones récord de drogas, cárceles fuera de control y una transformación en la naturaleza del crimen en Ecuador.
A pesar de los esfuerzos por abordar la crisis de seguridad, la gestión de Lasso se vio enfrentada a desafíos constantes, sin lograr reducir la violencia ni contener la penetración del crimen organizado en el país.
Asesinatos en aumento: Durante los primeros 10 meses de 2023, se registraron 6,044 asesinatos en Ecuador, proyectando un posible récord de 7,607 al final del año. Esto representa un aumento del 65.3% en comparación con 2022, con una tasa estimada de 44.9 asesinatos por cada 100,000 habitantes, la peor en la historia del país.
Incautaciones de drogas: Bajo la administración de Lasso, las incautaciones de drogas alcanzaron un promedio anual de más de 180 toneladas, superando significativamente los promedios de gobiernos anteriores. Aunque el gobierno argumenta que estas acciones fueron efectivas contra el narcotráfico, también señalan que podrían haber contribuido al aumento de la violencia.
Masacres carcelarias: La crisis penitenciaria se agravó durante los 30 meses de gestión de Lasso, con 14 masacres en cinco cárceles que dejaron un saldo de 387 presos asesinados. Aunque las masacres comenzaron durante el gobierno de Lenín Moreno, la situación empeoró bajo la administración de Lasso.
Transformación en la naturaleza del crimen: El crimen en Ecuador experimentó un cambio en su naturaleza, evidenciado por un aumento en los robos de motocicletas, utilizadas por miembros de bandas de narcotráfico y sicarios. Si bien la delincuencia común ha disminuido, el crimen organizado ha ido en aumento, presentando nuevos desafíos para la seguridad pública.
La inseguridad se posiciona como uno de los mayores desafíos que el próximo gobierno, encabezado por Daniel Noboa, deberá abordar para restaurar la confianza y la seguridad en el país.