El presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo de León, afirmó el martes en Washington que su país vive una transición “incierta” que “parece un golpe de Estado a cámara lenta”.
Cuando ganó las elecciones presidenciales el 20 de agosto, el dirigente socialdemócrata “sabía que no sería fácil y esperaba resistencia de algunos actores poderosos”, pero ignoraba de qué tipo, explicó en el Wilson Center, un foro no partidista.
Desde la primera vuelta electoral de junio Arévalo y su partido Semilla han sido blanco de acciones legales de la fiscalía, que pide suspender el movimiento por supuestas anomalías en su inscripción en 2017.
En su última embestida la fiscalía allanó la sede del tribunal electoral y decomisó cajas que contenían actas de los resultados de las elecciones.
“Lo que veo ahora parece un golpe de Estado a cámara lenta”, afirmó Arévalo en inglés.
Orden constitucional alterado
“Eso es indignante y es inaceptable. Representa una grave alteración del orden constitucional” y debe ser examinado por la Organización de los Estados Americanos (OEA), que ya ha llevado a cabo misiones de buenos oficios en el país centroamericano.
Según Arévalo, las iniciativas judiciales ponen en duda “el compromiso” del gobierno saliente del presidente derechista Alejandro Giammattei para un traspaso de poderes fluido en enero.
Este hijo de Juan José Arévalo, primer presidente democrático de Guatemala (1945-1951), era un desconocido pese a ser diputado hasta hace unos meses.
Él atribuye su éxito a que se ha comprometido a “poner fin a la influencia de las redes corruptas”.
“El miedo de estos actores corruptos a que tengamos éxito es precisamente lo que ha desencadenado la persecución judicial y esa campaña de intimidación” contra Semilla y sus seguidores en las redes sociales, añadió.
“La intención es clara: quieren retrasar o impedir mi investidura como presidente”, estima Arévalo, que sin embargo garantizó al público que no tiene “ninguna duda” de que asumirá el cargo aunque sea “un camino lleno de baches”.
Una “primavera” incierta
El político de 64 años desconoce si la Primavera que promete tendrá éxito.
“No sé si lo lograremos y seremos nosotros los que consigamos romper el ciclo” de corrupción “y si esta va a ser la primavera definitiva, permitiendo que el país prospere”, reconoció.
“Tal vez fracasemos y haya otro intento” de golpe de Estado “si fallamos, pero creo que lo que no podemos hacer es no intentarlo”, recalcó.
Lo dijo un día después de mantener un encuentro virtual con el jefe de la diplomacia estadounidense Anthony Blinken, quien advirtió que Estados Unidos “seguirá utilizando todas las herramientas disponibles contra quienes actúen para socavar la democracia” en Guatemala.
Este martes Arévalo se reunió con congresistas, que le expresaron su preocupación por la situación que atraviesa el país.
Arévalo también se reunió este martes con varios asesores del presidente estadounidense, Joe Biden, en la Casa Blanca, entre ellos el asesor de Seguridad Nacional del Gobierno estadounidense, Jake Sullivan, y el asesor para Latinoamérica, Juan González, entre otros, informó la Casa Blanca en un comunicado.
Fuente: DW.com
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