En el contexto global actual, los precios del combustible Diesel están alcanzando niveles exorbitantes en comparación con el precio del petróleo crudo, lo que plantea preocupaciones sobre una posible escasez que debería inquietar a los gobiernos que ya enfrentan desafíos relacionados con la inflación. Además, con la llegada del invierno en el hemisferio norte en unos meses, se espera un aumento significativo en la demanda de calefacción, lo que podría agravar aún más la situación.
Aunque el año pasado, en esta misma época, el mercado parecía más sombrío debido a la invasión rusa en Ucrania, los precios finalmente disminuyeron, en parte debido a un invierno relativamente suave. Sin embargo, la actual disminución de las reservas de diesel a nivel mundial significa que no podemos permitirnos sorpresas al alza en el mercado. Los obstáculos en la oferta pueden surgir en cualquier momento, y la demanda puede aumentar debido al clima frío o a economías sorprendentemente fuertes.
“Deberíamos estar acumulando reservas en este momento, ya que generalmente comienzan a disminuir estacionalmente a partir de septiembre”, advierte Eugene Lindell, responsable de productos refinados en la consultora FGE. “La preocupación radica en que las reservas no aumenten lo suficiente antes de octubre, y podríamos enfrentar una escasez”.
La principal preocupación en torno al suministro de diesel se centra en Europa y la costa atlántica de Estados Unidos. Los mercados petroleros se han visto afectados recientemente por el aumento de los márgenes de producción de combustible y las restricciones en las refinerías, lo que ha reducido la oferta mundial en un momento en que los productores de petróleo, como Arabia Saudita, han mantenido los barriles fuera del mercado.
Según Wood Mackenzie Ltd., se espera que las existencias de diesel en el noroeste de Europa disminuyan en los próximos meses. Aunque esto es típico en esta época del año, los inventarios actuales están por debajo de los niveles históricos, aunque siguen aumentando en comparación con el año anterior.
El cambio a un petróleo crudo menos denso debido a los recortes de producción de países como Arabia Saudita y Rusia ha llevado a una disminución del rendimiento de diesel en Europa. Esto ha generado preocupaciones sobre la oferta de diesel en Europa, especialmente porque se espera un aumento en la demanda en los próximos meses.
La situación en China también es crucial, ya que las refinerías chinas están a la espera de nuevas cuotas de exportación de combustible del gobierno. Aunque los envíos chinos podrían ayudar a aliviar la escasez actual, existe la posibilidad de que no sean suficientes.
En Estados Unidos, los precios al por menor del diesel han aumentado constantemente desde finales de julio, y las refinerías no han podido acumular inventarios este verano, a pesar de que es el período típico para hacerlo antes de la temporada de calefacción de invierno.
La situación actual en el mercado del diesel tiene implicaciones significativas tanto para los inversores como para las cadenas de suministro a nivel mundial. Los fondos de cobertura están aumentando sus apuestas alcistas en el mercado de diesel, y las posiciones largas netas han alcanzado niveles máximos en 18 meses.
Además, el diesel es un combustible esencial para diversas aplicaciones, desde vehículos hasta calefacción y maquinaria pesada. Cualquier escasez importante y los aumentos de precios resultantes pueden tener un impacto en gobiernos e industrias en todo el mundo. El año pasado, los altos precios del diesel provocaron huelgas de camioneros en Asia y presionaron a los gobiernos para controlar la inflación causada por los crecientes costos energéticos.
La actual crisis subraya el dilema que enfrentan los países que buscan abandonar gradualmente los combustibles fósiles y cerrar refinerías de petróleo. Las olas de calor recientes han limitado la producción de refinerías y han afectado a un sistema global que ha experimentado varias interrupciones en los últimos años.
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