El pasado domingo, un vuelo de Delta Air Lines que despegó desde Quito con destino a Atlanta vivió un episodio de turbulencia moderada que dejó como saldo a tres auxiliares de vuelo con lesiones menores. Este Vuelo de Delta, identificado como el 632, fue operado por un Boeing 767 y transportaba a 206 pasajeros al momento del incidente.

El momento de la turbulencia
Según el comunicado de la aerolínea, el avión atravesó la turbulencia poco después de despegar de la capital ecuatoriana. Este fenómeno, común en la aviación, sorprendió a parte de la tripulación mientras realizaba sus labores a bordo. Los tres heridos fueron miembros del personal de cabina que, pese a sus lesiones, lograron continuar con sus funciones durante el trayecto.
Estado de salud de los afectados
Al arribar al aeropuerto internacional Hartsfield-Jackson de Atlanta, los tres tripulantes del vuelo de Delta recibieron atención médica inmediata. Las evaluaciones confirmaron que las heridas eran de carácter leve y no representaban un riesgo para su salud. Ninguno de los pasajeros resultó afectado por el episodio, lo que brindó tranquilidad a las familias y a la aerolínea.
Respuesta de la aerolínea
Delta Air Lines destacó en su pronunciamiento oficial que la seguridad de sus pasajeros y empleados constituye su “máxima prioridad”. Asimismo, resaltó que la tripulación de este vuelo de Delta siguió de manera estricta los protocolos establecidos para estos escenarios, lo que permitió mantener la calma y garantizar la continuidad del vuelo hasta su destino final.
La importancia de los protocolos de seguridad
Los casos de turbulencia son relativamente frecuentes en la aviación y, aunque la mayoría no representa un peligro mayor, pueden ocasionar lesiones si los tripulantes o pasajeros no se encuentran asegurados con el cinturón de seguridad. Este Vuelo de Delta refleja la importancia de las medidas preventivas, como atender las indicaciones del personal de cabina y mantener la calma durante el trayecto.
El vuelo 632 de Delta Air Lines logró completar su recorrido pese a la turbulencia enfrentada poco después de despegar de Quito. El profesionalismo de la tripulación y la aplicación de los protocolos de seguridad evitaron consecuencias mayores, reafirmando la relevancia de la preparación en situaciones imprevistas dentro de la aviación comercial.
Fuente: El Universo
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