La violencia en el fútbol ecuatoriano: jugadores bajo ataque en 2025

violencia en el fútbol ecuatoriano

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Ataques armados recientes confirman una preocupante tendencia

La violencia en el fútbol ecuatoriano ha escalado a niveles alarmantes durante el año 2025. El caso más reciente ocurrió el jueves 16 de octubre, cuando el futbolista Bryan ‘Cuco’ Angulo, actual jugador de Liga de Portoviejo, fue víctima de un ataque armado que lo dejó herido en una pierna.

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El club manabita confirmó el hecho a través de un comunicado oficial, en el que también advirtió que otros jugadores del plantel recibieron amenazas previas al partido frente a Búhos ULVR, válido por la Serie B del fútbol ecuatoriano. “Comunicamos que varios de nuestros jugadores han recibido amenazas relacionadas con el compromiso deportivo programado”, indicó la institución.

Este hecho no es aislado. En los últimos meses, se han reportado múltiples atentados contra futbolistas, tanto en sus lugares de entrenamiento como en espacios públicos.

Violencia en el fútbol ecuatoriano: tres casos recientes

Durante septiembre de 2025, dos jugadores del club Exapromo, Michael Valencia y Leandro Yépez, murieron luego de un ataque armado mientras se encontraban concentrados antes de disputar un partido frente a Deportivo Quito.

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En ese mismo mes, el futbolista Jonathan González fue asesinado en la ciudad de Esmeraldas, mientras que Ariel Suárez, jugador de Orense SC, resultó herido durante un asalto violento.

Los atentados se han concentrado principalmente en provincias costeras como Manabí y Esmeraldas, donde la disputa territorial entre bandas criminales ha intensificado la inseguridad.

El fútbol como reflejo de una sociedad en crisis

Expertos en seguridad como Daniel Pontón sostienen que la violencia en el fútbol ecuatoriano es una extensión de la crisis estructural que vive el país. “Muchos de los jugadores atacados militan en equipos de ciudades con altos niveles de conflictividad como Portoviejo o Esmeraldas”, explicó Pontón, señalando que en esas zonas “la seguridad es un problema estructural”.

A su vez, el abogado y especialista en derecho deportivo Giovanny Cárdenas destaca que no se puede separar el fútbol de la situación nacional. “Ecuador vive una oleada de violencia inimaginable y el deporte no es una burbuja aislada de lo que ocurre en la sociedad”, señaló.

Cárdenas añade que muchos futbolistas provienen de estratos sociales bajos, en los que la violencia y la desigualdad son parte del día a día. “El fútbol en nuestro país nace en entornos deprimidos, y eso hace que muchos deportistas no estén ajenos a la violencia que siempre los ha rodeado”, explicó.

Según los expertos, cuando los intentos de extorsión o manipulación fracasan, las bandas criminales recurren a la violencia como medio de control. En este contexto, las apuestas ilegales también juegan un papel preocupante. “El problema no son las apuestas en sí, sino quienes las usan para blanquear dinero o generar beneficios ilícitos”, advirtió Cárdenas.

Fama, dinero y exposición: una combinación peligrosa

Pontón subraya que los futbolistas son blancos de alto perfil debido a su visibilidad pública y a sus ingresos por encima del promedio nacional. “Son víctimas de extorsión, de su propia fama y del contexto de violencia que atraviesa el país”, apuntó.

Además, muchos mantienen vínculos familiares o comunitarios en barrios dominados por bandas, lo que aumenta su vulnerabilidad frente al crimen organizado. “Aunque no haya una relación directa con actividades delictivas, las conexiones barriales o familiares pueden arrastrarlos a situaciones de riesgo”, concluyó.

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Fuente:

elcomercio.com

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