En un inesperado giro, Verónica Abad, vicepresidenta de la República, tomó el liderazgo en el primer cambio de la Guardia Presidencial en la Plaza de la Independencia. Aunque se esperaba la presencia del presidente Daniel Noboa, fue Abad quien se asomó al balcón del Palacio de Carondelet, sonriendo y saludando a la multitud que se congregó para presenciar la ceremonia de los Granaderos de Tarqui.
Previamente, Abad ofreció una rueda de prensa donde, con firmeza, admitió las diferencias con el presidente y confirmó su compromiso con el decreto que la designa para colaborar en la paz entre Israel y Palestina. Aclaró discrepancias, señalando que su ausencia en eventos oficiales se debió a la falta de invitaciones y reveló que su silencio anterior fue una petición del equipo de comunicación de Noboa.Durante su intervención, la vicepresidenta reiteró su llamado al diálogo con Noboa, buscando resolver malentendidos que han generado tensiones entre ambos líderes electos. Aunque aún no hay fecha para su desplazamiento a Israel, Abad aseguró que cumplirá funciones tanto como vicepresidenta como embajadora, quedando por definir detalles logísticos y de personal.Los trámites para su traslado avanzan en diversas carteras de Estado, con reuniones planificadas con el Ministerio de Trabajo y la Cancillería. En este nuevo capítulo, Verónica Abad encabeza con determinación un momento histórico en Carondelet, despejando dudas y demostrando su compromiso con las funciones que le han sido encomendadas.





