Los sucesivos gobiernos de Ecuador han recurrido a la utilización de las reservas internacionales, específicamente el oro custodiado por el Banco Central de Ecuador (BCE), como un recurso para paliar situaciones de falta de liquidez y cubrir el creciente gasto público. La administración de Daniel Noboa ha anunciado su intención de llevar a cabo la venta directa de una porción de las reservas de oro, almacenadas en bóvedas en Europa, marcando un cambio significativo en comparación con prácticas anteriores.
En episodios anteriores, como en 2014 bajo el gobierno de Rafael Correa y en 2017 durante la gestión de Lenín Moreno, se utilizaron acuerdos de “swap” con el banco estadounidense Goldman Sachs. En estas transacciones, el BCE entregaba oro como garantía a cambio de préstamos temporales, sin perder la titularidad del activo al final del período acordado. No obstante, la actual administración plantea una venta directa, una medida que, según el Ministro de Finanzas, Juan Carlos Vega, busca generar utilidades para el presupuesto estatal.
La urgencia de liquidez del gobierno se hace evidente en medio de restricciones legales y económicas. La Ley de Defensa de la Dolarización, vigente desde 2021, prohíbe operaciones directas entre el BCE y el Gobierno para financiar gastos. La venta de oro surge como una alternativa en un contexto donde las reservas internacionales han disminuido, alcanzando los USD 5.072 millones, insuficientes para cubrir pasivos exigibles.
El ministro Vega argumenta que mantener el 40% de las reservas en oro es excesivo y que la liquidez es esencial, ya que el oro implica costos adicionales de almacenamiento en el extranjero. No obstante, algunos expertos cuestionan la necesidad de esta medida, considerando que el oro también es un activo líquido. El exministro de Finanzas Carlos de la Torre sugiere que esta venta es un indicativo de la desesperación gubernamental por obtener efectivo para cubrir los abultados gastos estatales.
La forma en que se generará utilidad a través de esta venta no ha sido detallada, generando incertidumbre entre los expertos financieros. Se especula que podría provenir de la revalorización del oro, si los registros contables subestiman su valor de mercado. Además, la posibilidad de invertir el efectivo obtenido para generar ganancias también se presenta como una opción.
En conclusión, la venta de oro del BCE representa un enfoque inusual y aparentemente urgente para mejorar la liquidez en un momento crítico para la economía ecuatoriana, dejando interrogantes sobre la viabilidad y necesidad de esta medida.
Fuente:
También te puede interesar:
FELICES GANADORES INAUGURAN LA TEMPORADA NAVIDEÑA EN POLICENTRO