El voto nulo se posiciona como una opción de protesta para la segunda vuelta electoral en Ecuador. Diversas organizaciones sociales y políticas, como la Unión General de Trabajadores del Ecuador (UGTE), Unidad Popular (UP) y la Federación de Estudiantes Secundarios del Ecuador (FESE), han decidido impulsar esta alternativa en rechazo a las candidaturas de Daniel Noboa, de Acción Democrática Nacional (ADN), y Luisa González, de Revolución Ciudadana-RETO.
Según José Villavicencio, representante de la UGTE, la decisión responde a que ninguno de los candidatos representa las «legítimas aspiraciones del pueblo». Por un lado, critica a González por su asociación con el pasado correísta y, por otro, señala a Noboa por no priorizar la inversión social ni distanciarse de las políticas del correísmo.
Los argumentos detrás del voto nulo
Desde UP, el voto nulo se justifica al considerar que ambas candidaturas simbolizan una continuidad de los Gobiernos que, según ellos, han contribuido a la crisis estructural del país. Por su parte, la FESE sostiene que ni Noboa ni González presentan propuestas educativas que representen los intereses estudiantiles. Acusan al correísmo de haber restringido el acceso a las universidades y a Noboa de incumplir promesas de campaña, como el libre ingreso a la educación superior.
Análisis sobre el impacto del voto nulo
El analista político Alfredo Espinosa señala que el voto nulo puede obedecer tanto a razones ideológicas como a un rechazo generalizado al sistema político y de partidos. Además, considera que la falta de un debate sólido en la segunda vuelta ha profundizado el desencanto ciudadano. Sin embargo, estima que el porcentaje de votos nulos en el balotaje podría mantenerse en niveles similares a los de la primera vuelta, cuando alcanzó el 6,8 %.
Por otro lado, la analista Karina Granja destaca que el voto nulo refleja un rechazo, especialmente entre jóvenes, hacia las instituciones y partidos tradicionales. No obstante, argumenta que tras el debate, algunos votantes podrían optar por el «menos malo» de los candidatos, lo que podría disminuir el porcentaje de votos anulados.

Un síntoma de agotamiento democrático
Francisco Crespo, experto en análisis político, describe el voto nulo como una expresión del agotamiento democrático en Ecuador. Según él, esta opción representa una crítica a la calidad del sistema político y una pérdida de confianza en las figuras públicas. Sin embargo, considera improbable que el voto nulo crezca más allá de sus promedios históricos en el balotaje, debido a la polarización entre los dos candidatos.
En este contexto, los analistas coinciden en que la disputa por los votos nulos y los indecisos será crucial. Para ello, los candidatos deberán redirigir sus estrategias, alejándose de propuestas populistas y enfocándose en compromisos concretos que reconquisten la confianza ciudadana.
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