La transición energética en Ecuador enfrenta desafíos considerables, pero la Universidad Internacional SEK (UISEK) está comprometida con la búsqueda de soluciones innovadoras. En 2024, el sector energético ecuatoriano atravesó una grave crisis reflejada en apagones de hasta 14 horas diarias. Esta situación fue desencadenada por varios factores, incluyendo una severa sequía que afectó las principales hidroeléctricas, dejando al país dependiente de este sistema para aproximadamente el 70% de su generación eléctrica.
Desafíos de la transición energética en Ecuador
El principal desafío para una transición energética efectiva en Ecuador es la alta dependencia de la energía hidroeléctrica. Si bien las fuentes de energía renovable como la eólica, fotovoltaica y biomasa tienen potencial, su participación sigue siendo limitada. La energía fotovoltaica, por ejemplo, solo representa el 0,11% de la capacidad de generación efectiva en el país. Según Javier Martínez, docente de la Facultad de Arquitectura e Ingenierías de la UISEK, la implementación de energías renovables está obstaculizada por diversos factores, entre ellos los altos costos iniciales, la infraestructura eléctrica obsoleta y la falta de políticas energéticas a largo plazo.

Iniciativas para un cambio en la matriz energética
A pesar de los retos, Ecuador ha comenzado a implementar algunas iniciativas para diversificar su matriz energética. El Plan Nacional de Energía Renovable y Eficiencia Energética (2018) y los incentivos fiscales para empresas que invierten en energías renovables son algunos ejemplos. Sin embargo, los avances en este sentido aún son insuficientes para lograr una transición energética integral.
El rol de la academia en la transición energética: el aporte de la UISEK
La academia juega un papel esencial en la transición energética, y en este contexto, la UISEK se destaca por sus proyectos innovadores. Investigaciones como la generación de biodiesel a partir de algas y el desarrollo de soluciones para la movilidad eléctrica en autos y motocicletas son ejemplos de cómo la universidad está contribuyendo activamente al futuro energético del país. Estas iniciativas no solo promueven la sostenibilidad, sino que también ofrecen alternativas viables para reducir la dependencia de fuentes de energía convencionales.
Hacia un futuro energético sostenible
Para lograr una transición energética efectiva, Ecuador debe superar varios obstáculos, como la infraestructura obsoleta y la falta de una política energética clara. No obstante, con la colaboración entre el sector público, privado y académico, es posible avanzar hacia un modelo energético más diverso y sostenible. Martínez subraya que «la integración regional y el aprovechamiento de recursos como el gas natural son esenciales para garantizar un suministro eléctrico más estable y sostenible en el futuro».
En resumen, la transición energética en Ecuador es un proceso desafiante, pero con iniciativas como las de la UISEK y el compromiso de diversos actores, el país está dando pasos importantes hacia un futuro más sostenible. La diversificación de la matriz energética, la optimización del uso de recursos y la innovación académica son claves para superar los obstáculos y garantizar un desarrollo energético a largo plazo.
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