Ecuador avanza hacia un modelo de turismo sostenible con la firma de un acuerdo entre el Ministerio de Turismo y WWF Ecuador. Esta alianza interinstitucional marca un hito en la manera de concebir el turismo: no solo como una actividad económica, sino como una herramienta de conservación y desarrollo local.
El convenio busca posicionar al país como un referente en turismo responsable, donde las comunidades y la biodiversidad sean protagonistas. Más que atraer visitantes, el objetivo es transformar la forma en que se vive el turismo.
Primeras acciones en la Amazonía: delfines rosados en la mira
El acuerdo ya comienza a tomar forma con acciones concretas. Una de las primeras iniciativas será la implementación de protocolos de turismo responsable en la observación de delfines rosados en la Reserva de Producción de Fauna Cuyabeno.
Estos lineamientos, elaborados por WWF y aliados estratégicos, apuntan a proteger a esta especie en peligro crítico de extinción. Además, fomentan buenas prácticas entre visitantes y operadores turísticos, posicionando a Ecuador como un destino comprometido con el respeto ambiental.
Turismo con causa: una visión integral y sostenible
El modelo impulsado reconoce la riqueza de las culturas indígenas, la importancia de las economías locales y el valor incalculable de la biodiversidad ecuatoriana. Se trata de un “turismo con causa” que educa, protege y genera beneficios de manera equitativa.
Durante la firma del acuerdo, el ministro de Turismo, Mateo Estrella, recalcó la visión del Gobierno: “Queremos un turismo regenerativo, responsable y de alto valor. No buscamos el turismo masivo, sino experiencias auténticas que promuevan el amor por el Ecuador”.
Naturaleza y cultura como ventaja competitiva
Tarsicio Granizo, representante de WWF Ecuador, coincidió en que esta alianza va más allá de la promoción turística. “Este convenio no solo atrae visitantes. Protege lo que hace único al país: su naturaleza, su gente y sus culturas”, destacó.
Las cifras respaldan el potencial del país. En 2024, Ecuador recibió más de 1,26 millones de turistas internacionales, generando ingresos superiores a los 440 millones de dólares. Destinos como Galápagos y la Amazonía confirman que un enfoque ambiental y cultural es una ventaja competitiva.

Un camino compartido hacia el futuro del turismo
El reto ahora está en consolidar un modelo de turismo que cuide y transforme. El acuerdo firmado subraya que no hay futuro turístico sin responsabilidad ambiental. La corresponsabilidad entre instituciones, comunidades y operadores será clave para avanzar.
Ser turistas y anfitriones responsables, planificar con conciencia y respetar el entorno son parte del camino hacia un turismo que no destruye, sino que preserva lo que hace único al Ecuador.
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