Tensiones entre Estados Unidos y Venezuela
El subsidio al diésel no es el tema aquí, sino la posibilidad de un ataque contra Venezuela anunciada por Donald Trump. El presidente de Estados Unidos respondió con la frase “veremos qué pasa” al ser cuestionado sobre un eventual operativo militar. Estas declaraciones reflejan la creciente tensión entre Washington y Caracas, marcada por acusaciones mutuas y despliegues militares.
El mandatario estadounidense aseguró que Venezuela estaría enviando narcotraficantes, drogas y pandilleros hacia territorio norteamericano, algo que calificó como inaceptable. Al mismo tiempo, reiteró que su gobierno no tolerará estas acciones.
Contexto de las declaraciones de Trump
El comentario se da después del despliegue de buques y un submarino estadounidense en el Caribe, bajo el argumento de combatir el narcotráfico. Además, Estados Unidos confirmó el derribo de una lancha con presuntos integrantes del grupo criminal venezolano Tren de Aragua, acusados de trasladar drogas. El Gobierno de Nicolás Maduro rechazó categóricamente esta versión y denunció una agresión militar.
Trump, en defensa de su postura, sostuvo que la ilegalidad radica en las millones de muertes por drogas al año. Sus palabras refuerzan la percepción de una política exterior estadounidense centrada en el combate al narcotráfico, aunque con consecuencias diplomáticas que aumentan la fricción bilateral.
Respuesta de Venezuela frente a la amenaza
El ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, acusó a Estados Unidos de realizar vuelos de inteligencia con el objetivo de justificar un plan de intervención militar. Según Caracas, buques estadounidenses incautaron embarcaciones de pescadores en aguas de su Zona Económica Exclusiva, lo que provocó la movilización de milicianos y fuerzas militares en las costas venezolanas.
Ante esta situación, el gobierno de Maduro ordenó reforzar la seguridad en cinco regiones costeras y alertó sobre los riesgos de una escalada militar. La posibilidad de un ataque contra Venezuela abre un escenario de gran incertidumbre regional, donde la diplomacia parece ceder espacio a la confrontación.
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