El mandatario estadounidense redujo el margen de negociación con Moscú y anunció aranceles del 100% a productos rusos si no hay cese inmediato de hostilidades
Un ultimátum desde el Air Force One
Desde el avión presidencial, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó este martes 29 de julio un ultimátum categórico: Rusia tiene diez días para detener la guerra en Ucrania, o enfrentará nuevas sanciones económicas “devastadoras”, entre ellas, aranceles del 100% a productos rusos y de sus aliados comerciales. Esta declaración marcó un giro drástico en la política exterior estadounidense respecto al conflicto, acelerando los tiempos de presión que originalmente daban a Moscú un margen de 50 días.

“Diez días desde hoy. Después pondremos aranceles”, aseguró Trump a los periodistas que lo acompañaban en su regreso desde Escocia a Washington, agregando que no tenía certeza de que la amenaza afectaría al presidente ruso, Vladimir Putin, “porque probablemente quiere seguir con la guerra”.
Escalada de violencia acelera respuesta estadounidense
La decisión del mandatario republicano responde al creciente número de víctimas del conflicto, particularmente por los intensificados ataques rusos contra Kiev y otras ciudades ucranianas. Trump alertó que las cifras semanales de fallecidos han aumentado a 7.000, en su mayoría soldados, aunque también incluyen civiles. “Las bombas no discriminan”, dijo.
La postura firme de Trump también refleja su frustración con Putin. Según relató, pese a mantener “cuatro o cinco” conversaciones telefónicas con el líder ruso, no ha visto intención de frenar los bombardeos. “Estoy decepcionado con Putin”, declaró.
Reacciones: apoyo desde Ucrania y advertencias desde Moscú
Desde Kiev, el presidente ucraniano Volodimir Zelensky celebró el pronunciamiento estadounidense. “Es una clara señal de liderazgo y determinación en favor de la paz”, dijo.
En contraste, el Kremlin respondió con frialdad. “Tomamos nota del ultimátum”, se limitó a decir Dmitri Peskov, vocero presidencial ruso. Paralelamente, el vicepresidente del Consejo de Seguridad ruso, Dimitri Medvédev, advirtió que las amenazas podrían tener consecuencias graves: “Trump debería recordar que Rusia no es Israel ni Irán. Cada ultimátum es un paso hacia una guerra con su propio país”, escribió en su cuenta de X.
¿Tendrá impacto real esta advertencia?
Las sanciones propuestas por Trump, que incluyen “tarifas y cosas así”, no son nuevas en el historial de relaciones entre EE.UU. y Rusia, pero la magnitud del castigo económico planteado busca generar un impacto acumulativo. Expertos se mantienen escépticos, considerando la resiliencia que Rusia ha mostrado frente a sanciones anteriores. Sin embargo, desde la Casa Blanca se insiste en que la coordinación con Europa podría aumentar su efectividad.
El plazo límite dado por Trump vence alrededor del 8 de agosto. Mientras se aproxima esa fecha, la comunidad internacional observa con atención si Moscú modificará su ofensiva o si el conflicto ingresará a una nueva fase de escalada, tanto militar como diplomática.
El nuevo ultimátum de Trump no solo eleva la tensión entre Washington y Moscú, sino que pone a prueba la capacidad de presión económica de Occidente frente a un Kremlin que ha mostrado, hasta ahora, una férrea determinación. La amenaza de aranceles del 100% abre una nueva etapa en la confrontación indirecta entre ambas potencias, con el mundo pendiente de si esta advertencia será suficiente para forzar un cambio en el curso de la guerra en Ucrania.
Fuente: Infobae
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