El inicio de la cuarta ronda de negociaciones para establecer un Tratado Global de Plásticos marcó un hito significativo en la lucha mundial contra la contaminación por plásticos. Ecuador asumió un papel crucial al presidir estas negociaciones dirigidas por la ONU, con la participación de delegados de 175 países.
La reunión, que se llevó a cabo del 23 al 29 de abril en Ottawa, Canadá, atrajo la atención de organizaciones locales y observadores internacionales que buscaban seguir de cerca el proceso.
Un desafío global: reducir la contaminación por plásticos
La creación de un tratado global para reducir la contaminación por plásticos es una necesidad urgente, dada la magnitud del problema. La contaminación por plásticos se ha vuelto omnipresente, afectando desde los ecosistemas terrestres hasta los océanos, y se ha detectado incluso en la sangre humana y la leche materna. Ante este panorama alarmante, los negociadores se enfrentaron al desafío de diseñar un tratado que catalice acciones internacionales para lograr un futuro libre de contaminación por plásticos.
Objetivos y desafíos en las negociaciones
El embajador ecuatoriano ante el Reino Unido, Luis Vayas Valdivieso, quien presidió las negociaciones, enfatizó la importancia de alcanzar un consenso para establecer un tratado que guíe las acciones internacionales necesarias. Sin embargo, el camino hacia el acuerdo final no ha sido fácil. A pesar del amplio consenso sobre la necesidad de abordar la contaminación por plásticos, las partes enfrentaron dificultades para ponerse de acuerdo sobre los detalles del tratado.
Uno de los puntos de discordia fue la forma de abordar la producción y el manejo de plásticos. Mientras que los activistas y organizaciones ambientales abogaban por reducciones drásticas en la producción de plásticos, las naciones productoras de petróleo y la industria del plástico preferían centrarse en el reciclaje. Esta divergencia refleja la complejidad del problema y la necesidad de encontrar un equilibrio entre diferentes enfoques.
La urgencia de la acción
A medida que las negociaciones avanzaban, surgió la preocupación por el tiempo limitado y la falta de un borrador completo del tratado. La directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Inger Andersen, instó a los negociadores a ser más ambiciosos en su enfoque antiplásticos y a convertir los exhortos en acciones concretas.
La voz de las organizaciones locales
Las organizaciones ambientales de Ecuador también estuvieron presentes en las negociaciones, abogando por medidas más estrictas para abordar la contaminación por plásticos. Adriana Moyano, observadora por parte de la Alianza Basura Cero Ecuador y representante de la fundación ecuatoriana Mingas por el Mar, destacó la importancia del tratado para fortalecer la lucha contra la contaminación plástica a nivel nacional e internacional.
Moyano subrayó los desafíos que enfrenta Ecuador en la gestión de residuos y la necesidad de acciones más efectivas para abordar la contaminación plástica en el país. Si bien se han implementado medidas para regular la generación y reducción de plásticos, aún queda mucho por hacer para mejorar la gestión de residuos y promover alternativas sostenibles al plástico.
Un llamado a la acción
A medida que las negociaciones continúan, queda claro que la lucha contra la contaminación por plásticos requerirá un esfuerzo concertado a nivel global. La adopción de un tratado global de plásticos representa un paso crucial en la dirección correcta, pero también es necesario que los gobiernos, las empresas y la sociedad civil trabajen juntos para implementar soluciones efectivas y duraderas.
El tiempo para actuar es ahora. La contaminación por plásticos es un problema urgente que requiere una respuesta urgente. Con la determinación y el compromiso adecuados, podemos trabajar juntos para crear un futuro libre de contaminación por plásticos y proteger nuestro planeta para las generaciones futuras.
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