La obra se estrena en Quito como una experiencia escénica donde el mimo corporal dramático trasciende palabras y conecta emociones
El arte del silencio y la fuerza del gesto toman el escenario quiteño con la obra ‘El puente de los querubines’. Se trata de una propuesta de la compañía Teatro del Cielo que se presentará los días 31 de julio y 1 de agosto a las 19h00, en la capital ecuatoriana. Con una estética profundamente visual y corporal, la obra invita al espectador a cruzar los límites de lo racional. Además, lo invita a sumergirse en una travesía teatral guiada por la expresión corporal, el mimo y la metáfora escénica.

Una obra que nace del cuerpo
El montaje propone una narrativa no verbal en la que el cuerpo es el protagonista absoluto. La técnica del mimo corporal dramático —inspirada en las enseñanzas de Etienne Decroux— permite a los actores comunicar emociones, paisajes y conflictos sin necesidad de diálogo hablado. La obra se convierte así en una experiencia sensorial. En ella, la imaginación del público se activa desde la primera escena.
‘El puente de los querubines’ no solo es una obra, sino también una alegoría. El “puente” representa el cruce entre el mundo material y el espiritual, entre lo racional y lo sensible. Asimismo, los “querubines” son los guardianes de ese tránsito. Ellos se expresan a través de cuerpos que flotan, se transforman y evocan lo invisible.
Una compañía multicultural y pedagógica
Teatro del Cielo, fundado en 2004 por los artistas Martín Peña Vázquez (Uruguay) y Yanet Gómez (Cuba), es un colectivo con un fuerte enfoque pedagógico y artístico. Su núcleo está conformado por más de 15 artistas profesionales provenientes de Uruguay, Ecuador, Chile, Argentina, Venezuela y República Checa. Estos artistas participan tanto en la formación como en la creación de montajes escénicos.
Este enfoque multicultural se traduce en una riqueza estética y narrativa en el escenario. En él, cada movimiento y cada figura construida corporalmente refleja diversas influencias culturales y escuelas de actuación.
La experiencia del espectador
La obra está pensada como un ritual poético, donde el público no es solo observador, sino también cómplice emocional del viaje escénico. La ausencia de texto obliga a una lectura desde lo simbólico, desde lo sensorial y lo emocional. Esto permite que cada espectador interprete la obra desde su propia subjetividad.
Las funciones tendrán lugar en un ambiente íntimo, propicio para la conexión con los intérpretes y la apreciación detallada de los movimientos escénicos. Las entradas tienen un valor de $15, y se recomienda adquirirlas con anticipación debido al aforo limitado.
‘El puente de los querubines’ es mucho más que teatro: es una invitación a sentir, imaginar y reinterpretar el mundo a través del cuerpo. Una experiencia única en Quito que combina técnica, poesía y multiculturalidad en escena, ideal para quienes buscan un arte que conmueva sin necesidad de palabras.
Fuente: Revista Mundo Diners
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