La industria minera enfrenta un panorama complicado debido a la implementación de la tasa minera. Esta medida ha generado grandes controversias y consecuencias negativas para el sector. En medio de esta crisis, trabajadores, empresarios y académicos han salido a las calles de Quito para protestar. Lo hacen en contra de esta nueva tasa impuesta por la Agencia de Regulación y Control Minero (Arcom), que comenzó a aplicarse en julio de este año. La manifestación, que recorrió varias calles del centro norte de la ciudad, culminó en la Corte Constitucional (CC). Allí se entregaron seis demandas de inconstitucionalidad contra la tasa minera.

El impacto negativo de la tasa minera en la industria
Los manifestantes han expresado su preocupación por el impacto negativo de la tasa minera, que ha causado despidos masivos y ha frenado inversiones. Estos efectos afectan especialmente a proyectos de exploración. Según Guillermo Godoy, presidente de la Cámara de Pequeña Minería, los efectos de esta tasa ya se están sintiendo con fuerza en la fase de exploración. En esta etapa, las empresas mineras hacen inversiones a riesgo. Además, las nuevas tarifas de la Arcom han puesto en peligro la viabilidad de estos proyectos. De hecho, algunas empresas ya no pueden afrontar el costo de la tasa. Esto ha llevado a la reducción de personal y a la paralización de inversiones.
Despidos y paralización de inversiones por la tasa minera
La situación es aún más crítica para los pequeños mineros. Ellos deben pagar esta tasa anualmente, con una tarifa basada en el salario básico unificado por cada hectárea minera. Esto representa una carga económica difícil de asumir, especialmente en fase de exploración. «Si el pequeño minero va a invertir tres o cuatro años en exploración, al monto que nos están cobrando, no tendremos recursos para la explotación del mineral», explicó Godoy. Esta situación, lamentablemente, abre la puerta a la minería ilegal. Algunos mineros prefieren abandonar sus concesiones, dejando espacio para aquellos que destruyen el ecosistema en busca de minerales.
El abogado Joshua Montes, de la Cámara de Comercio de Las Naves, calificó la tasa como «un impuesto camuflado». Según él, esta afecta gravemente a las empresas mineras y paraliza inversiones. Además, algunos empresarios han recibido notificaciones incorrectas por parte de la Arcom, lo que ha aumentado la confusión e incertidumbre en el sector.
Propuestas y demandas para la reconsideración de la tasa minera
La Cámara de Comercio de Las Naves y otras organizaciones, como el Colegio de Ingenieros Geólogos, Mineros y Petroleros de Pichincha, seguirán luchando contra la tasa minera. Lo harán mediante acciones legales. La Cámara propone que la tasa se aplique solo a los proyectos en fase de explotación. En la fase de exploración, las inversiones son inciertas y los riesgos son elevados. Daniel Philco, de la organización mencionada, subrayó que el esquema actual es antitécnico y perjudica la viabilidad de los proyectos en las primeras etapas.
El Gobierno espera recaudar $220 millones anuales con la implementación de esta tasa. Sin embargo, la medida sigue siendo polémica, y las expectativas de crecimiento de la industria minera están en riesgo. Algunos sectores incluso han señalado que la tasa minera podría poner en peligro la llegada de inversiones extranjeras al país. Esto sería hacer más crítica la situación.
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