La escalada militar entre Tailandia y Camboya ha generado una grave crisis en la región del Sudeste Asiático. A pesar del conflicto en curso, ambos gobiernos han comenzado a considerar la propuesta de alto el fuego presentada por Malasia. Esta sugerencia busca frenar las hostilidades que se han intensificado en varios sectores fronterizos.
La mediación de Malasia en el conflicto
El primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim, ha asumido un rol activo como mediador regional. Durante las últimas 24 horas, mantuvo diálogos con los líderes de Tailandia, Phumtham Wechayachai, y de Camboya, Hun Manet. Su objetivo: impulsar un cese inmediato de las agresiones. Desde Malasia, se enfatizó que una tregua permitiría abrir espacios de negociación pacífica, esencial para evitar una guerra de mayores proporciones.
Ambos países expresaron “buena disposición” inicial a la iniciativa. No obstante, Bangkok denunció nuevos ataques de Camboya, lo que sugiere que aún no hay consenso firme. Las tensiones siguen en aumento, y las fuerzas tailandesas han advertido que defenderán su soberanía si el conflicto persiste.
Miles de desplazados y víctimas civiles
La crisis entre Tailandia y Camboya ha provocado una emergencia humanitaria. Más de 138.000 personas fueron evacuadas de zonas fronterizas en Tailandia como Surin, Sisaket, Buriram y Ubon Ratchathani. Estas provincias han habilitado 295 refugios temporales. En Camboya, unas 3.436 familias han sido reubicadas solo en la provincia de Oddar Meanchey.
En total, se reportan al menos 15 fallecidos y decenas de heridos. El uso de armas pesadas ha agravado la situación, y ambos países se culpan mutuamente por el inicio de los enfrentamientos. La falta de información oficial por parte de Phnom Penh dificulta tener un panorama claro del daño en territorio camboyano.

Riesgo de guerra: advertencias de Tailandia y presión internacional
El primer ministro interino de Tailandia declaró que el conflicto podría “derivar en una guerra” si no se frena inmediatamente. Desde Washington, la Embajada de EE.UU. expresó “profunda preocupación” e instó a detener las hostilidades. Organismos internacionales han comenzado a emitir pronunciamientos en defensa de los civiles, pidiendo el respeto a los derechos humanos y a la soberanía territorial.
Escenario geopolítico complejo
La disputa entre Tailandia y Camboya tiene un trasfondo histórico y geopolítico que complica su resolución. Sin embargo, la presión diplomática de Malasia y otros actores internacionales podría facilitar un camino hacia el diálogo. El reto ahora es implementar efectivamente un alto el fuego y evitar una escalada bélica con consecuencias regionales.
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