El Municipio de Quito ejecuta seis frentes de trabajo simultáneos para el soterramiento de cables en Quito, una iniciativa que busca retirar el tendido eléctrico y de telecomunicaciones aéreo, conocido popularmente como «tallarines». Esta transformación urbana mejora significativamente la imagen de la ciudad y reduce los riesgos asociados al cableado expuesto.
Avances estratégicos en el norte y sur de la capital
En el sur de la ciudad, las labores de soterramiento de cables en Quito se concentran en arterias principales como la avenida Ajaví, la Serapio Japerabi, las avenidas Cusubamba y Solanda, además de la Rodrigo de Chávez, donde actualmente se realizan acabados en áreas verdes. Por otro lado, en el norte, los trabajos se desarrollan en la avenida 6 de Diciembre, la avenida El Inca y el sector de La Delicia, en Cotocollao.
En La Pradera, al norte, ya se completaron las canalizaciones subterráneas y la renovación de aceras. Actualmente, se coordinan los descensos de cables con las operadoras de telecomunicaciones para dar por finalizada esta etapa del soterramiento de cables en Quito.
Transformación visible en barrios y parroquias
Los vecinos reconocen los cambios positivos. «Vivo por Calderón y ver cómo los cables desaparecieron me hizo sentir que estamos en el camino correcto como ciudad», señaló María López, moradora del sector.
Proyectos ya concluidos incluyen la parroquia Calderón, así como las avenidas Patria y Colón, en el centro-norte. Estas obras han mejorado considerablemente la seguridad peatonal y vehicular, además de recuperar la estética urbana de los barrios intervenidos.
Beneficios integrales del proyecto de modernización
El soterramiento de cables en Quito permite eliminar cables expuestos que representan riesgos eléctricos significativos y afectan negativamente el paisaje urbano. Además, contribuye a la calidad de vida de los vecinos al ofrecer calles más limpias y seguras, generando un impacto positivo en la reactivación económica de los sectores intervenidos.
La actual administración municipal se propuso soterrar 100 kilómetros de cableado aéreo en toda la ciudad. Hasta la fecha, se han completado exitosamente 26 kilómetros de canalización subterránea, un avance sustancial que marca el camino hacia un Quito más moderno, ordenado y seguro. Este ambicioso proyecto se complementa estratégicamente con la renovación de espacios públicos y aceras.
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