La segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Ecuador, programada para el 15 de octubre, se desarrolla en un contexto de creciente inseguridad. Los candidatos Luisa González, de la Revolución Ciudadana (RC), y Daniel Noboa, de la alianza Acción Democrática Nacional (ADN), han tomado medidas extraordinarias de seguridad, reflejando una situación preocupante en el país.
Desde el inicio de la campaña, la seguridad fue una preocupación constante para los candidatos debido a la serie de ataques a funcionarios públicos electos, algunos de los cuales resultaron asesinados. El asesinato del presidenciable de la alianza Construye-Gente Buena, Fernando Villavicencio, en agosto pasado, marcó un punto crítico en la escalada de violencia.
Inmediatamente después de la primera vuelta electoral, los planes de seguridad relacionados con los finalistas se reforzaron. El presidente Guillermo Lasso dispuso que las Fuerzas Armadas se encarguen de la seguridad de González y Noboa.
Según el Reglamento que Norma las Actividades de Protección Pública que Desempeña la Policía Nacional, los candidatos presidenciales están catalogados y considerados como personas que deben recibir protección. La protección proporcionada se basa en un nivel de riesgo que varía del 1 % al 100 %, con cuatro niveles: bajo, medio, alto y muy alto.
Los candidatos González y Noboa se ubican en el nivel de riesgo muy alto, lo que ha llevado a un despliegue de seguridad excepcional. González, además, ha aceptado usar chaleco antibalas y contar con el apoyo de las Fuerzas Armadas debido a información sobre un posible atentado en su contra. La candidata presentó una denuncia por la planificación de un atentado y exigió una investigación más exhaustiva.
Durante la segunda vuelta electoral, tanto González como Noboa han sido acompañados por agentes de seguridad armados y han realizado recorridos en vehículos blindados. La presencia de personal policial y militar con armas de grueso calibre es común en sus eventos de campaña.
El coronel de la Policía (sp) Carlos Blanco ha señalado que esta elección es la que ha requerido más seguridad para candidatos en la historia del país debido a la violencia creciente. Blanco advierte que, para abordar el problema de seguridad en Ecuador, el candidato ganador deberá tomar medidas radicales y reformas significativas.
Fuente: (ecuadorenvivo.com)
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