La salud mental en el regreso a clases representa un desafío crítico que enfrentan más de 1,8 millones de estudiantes ecuatorianos al iniciar el nuevo ciclo escolar en la región Sierra-Amazonía. Este proceso de adaptación, que simboliza reencuentros y nuevos aprendizajes para algunos, puede convertirse en una fuente significativa de estrés emocional para otros estudiantes.
Entre la Expectativa y la Realidad Emocional del Retorno Escolar
Aunque las vacaciones tradicionalmente se perciben como períodos de descanso, la realidad para muchos menores es considerablemente diferente. Durante estos intervalos, enfrentan responsabilidades familiares adicionales, experimentan aislamiento social y carecen de estructura diaria, factores que posteriormente generan ansiedad y dificultades para retomar hábitos académicos.
Estudios recientes revelan la magnitud alarmante de esta problemática. Una investigación de la Universidad Internacional de La Rioja, publicada en el Journal of Affective Disorders, documenta un incremento superior al 1.200% en hospitalizaciones por depresión entre adolescentes españoles desde 2010, fenómeno que se intensificó tras la pandemia.
El Panorama Preocupante de la Salud Mental en el Regreso a Clases en Ecuador
Hilario Blasco-Fontecilla, investigador de UNIR y coautor del estudio mencionado, advierte que este fenómeno se replica en países como Ecuador. Factores específicos como la migración, tensiones económicas y transformaciones en los estilos de vida familiar agravan significativamente la salud mental infantil y adolescente.
Las estadísticas nacionales e internacionales revelan cifras preocupantes: el 20% de los menores ecuatorianos presenta síntomas de depresión o ansiedad, mientras que un alarmante 10% ha considerado o intentado suicidarse. Estas cifras reflejan una crisis silenciosa que requiere atención inmediata y estrategias preventivas efectivas.
Factores de Riesgo que Impactan la Salud Mental en el Regreso a Clases
Detrás de estas estadísticas se identifican factores determinantes como la falta de tiempo de calidad en familia y el uso excesivo de pantallas y redes sociales sin supervisión adecuada. En hogares donde ambos padres trabajan y las redes de cuidado son limitadas, los adolescentes frecuentemente pasan más horas frente a dispositivos que interactuando con otros.
Esta realidad incrementa exponencialmente el riesgo de ciberacoso, problemas de autoestima y otros trastornos asociados a la salud mental. Consecuentemente, el regreso a clases puede intensificar estos desafíos emocionales preexistentes.
Señales de Alarma que los Padres Deben Reconocer
Blasco-Fontecilla subraya la importancia de identificar señales específicas de alarma: cambios bruscos en el estado de ánimo o comportamiento, pérdida de interés por actividades previamente disfrutadas, alteraciones del sueño o apetito, bajo rendimiento escolar sin causa aparente, expresiones de desesperanza relacionadas con la muerte, uso compulsivo de redes sociales y, especialmente, presencia de autolesiones.
Estrategias Efectivas para Proteger la Salud Mental en el Regreso a Clases
Como adultos responsables, nuestro papel resulta fundamental para proporcionar seguridad y acompañamiento emocional durante esta transición crítica. No debemos subestimar cambios aparentemente menores, considerándolos simplemente «cosas de la edad». Atender, escuchar y validar las emociones infantiles puede marcar diferencias significativas e incluso salvar vidas.
Acciones Concretas para Madres, Padres y Cuidadores
1. Dedicar Tiempo de Calidad Genuino Reserve diariamente momentos específicos para conversar con sus hijos sin distracciones tecnológicas. Pregunte activamente sobre sus sentimientos y observe atentamente sus respuestas, gestos y comportamientos no verbales.
2. Implementar Detección Temprana de Señales Manténgase vigilante ante los signos mencionados por especialistas y consulte profesionales de salud mental si observa síntomas persistentes o preocupantes en el comportamiento de sus hijos.
3. Fomentar Actividades Compartidas Regulares Los expertos recomiendan especialmente el juego entre padres e hijos mediante juegos de mesa, deportes o actividades recreativas. Estas interacciones fomentan conexión emocional, generan confianza y facilitan que los adolescentes se sientan escuchados y comprendidos.
4. Acceder a Ayuda Profesional sin Demoras No dude en consultar especialistas cuando observe síntomas persistentes. La salud mental, igual que la física, requiere atención oportuna y libre de prejuicios sociales.
La Importancia del Trabajo Colaborativo en la Salud Mental en el Regreso a Clases
El bienestar emocional estudiantil trasciende la responsabilidad familiar exclusiva. Resulta fundamental que instituciones educativas, directivos y autoridades educativas prioricen este tema y se preparen para acompañar, contener y referir estudiantes que requieran apoyo especializado.
El regreso a clases representa una oportunidad valiosa para fortalecer vínculos familiares, enseñar resiliencia y demostrar a nuestros hijos que, aunque existan desafíos significativos, no enfrentan estas dificultades solos. Invirtamos en su felicidad y bienestar: su futuro y el nuestro depende de estas acciones preventivas.
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