El 25 de abril de 2025, Rusia llevó a cabo uno de los ataques más devastadores en la capital ucraniana, Kiev, desde el verano del año anterior. Este bombardeo, que resultó en la muerte de al menos 12 personas y dejó a 90 más heridas, marcó un aumento en la violencia de la guerra en Ucrania, causando alarma tanto a nivel internacional como dentro de Estados Unidos. Este ataque no solo dejó huellas físicas en la ciudad, sino que también provocó una rara reprimenda pública del presidente Donald Trump hacia el presidente ruso Vladimir Putin.

El ataque ruso en Kiev: el más mortífero en casi un año
El ataque aéreo ruso en Kiev se produjo en la madrugada del jueves, provocando explosiones en diversos puntos de la ciudad. Los residentes de Kiev se despertaron con el estruendo de los misiles que caían sobre sus hogares y edificios cercanos. Según informes, el ataque fue el más mortífero desde el verano pasado, lo que agrava la ya tensa situación en la ciudad.
Un misil alcanzó un edificio de dos plantas que albergaba 12 apartamentos, dejando a los servicios de emergencia buscando supervivientes entre los escombros. En las inmediaciones, un edificio de cinco plantas perdió todas sus ventanas, lo que obligó a los habitantes a salir a la calle para evaluar los daños y comunicarse con sus seres queridos. A pesar de la magnitud del ataque, no se reportaron objetivos militares en la zona, lo que sugiere que el ataque se centró en áreas civiles.
La respuesta de Ucrania y la escalada de la situación ante
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, describió el ataque como parte de una serie de ataques masivos, incluyendo cerca de 70 misiles, entre ellos balísticos, y unos 150 drones de ataque que afectaron a diversas ciudades del país. Aunque Kiev fue la ciudad más golpeada, otros lugares también sufrieron daños considerables. Zelenski, quien se encontraba en Sudáfrica en el momento del ataque, suspendió su viaje y ofreció declaraciones a la prensa, subrayando que el ataque parecía ser una maniobra de presión por parte de Rusia hacia los Estados Unidos.
Zelenski expresó que no veía señales de que se estuviera presionando a Rusia para que aceptara un alto al fuego, pero añadió que con más presión internacional sobre Moscú, se podría acercar a una resolución del conflicto. La dureza del ataque, según el presidente ucraniano, tenía como objetivo también enviar un mensaje a la comunidad internacional, especialmente a Estados Unidos.
La inesperada reacción de Donald Trump
Lo que destacó en esta jornada fue la inusual respuesta del expresidente estadounidense Donald Trump, quien, apenas horas después de las declaraciones de Zelenski, criticó abiertamente a Rusia por su ataque a Kiev. En una publicación en su plataforma Truth Social, Trump escribió de manera contundente: “Vladimir, ¡PARA!”, dirigiéndose directamente al presidente ruso, Vladimir Putin.
Trump, quien ha mantenido una postura favorable hacia Putin en ocasiones anteriores, sorprendió al hacer pública su desaprobación del ataque ruso, indicando que no estaba “contento con los ataques rusos contra Kiev” y que los consideraba innecesarios, además de llegar en un “mal momento”. Esta reprimenda a Putin resalta un cambio en la postura de Trump, quien ha oscilado entre el apoyo a Putin y la condena de sus acciones durante la guerra en Ucrania.
Implicaciones para la política internacional
El bombardeo a Kiev y la posterior reacción de Trump subrayan cómo los eventos en Ucrania no solo tienen implicaciones para la región, sino que también repercuten a nivel global. El conflicto ha polarizado las opiniones internacionales, y cada ataque parece intensificar las divisiones entre los aliados de Ucrania y los que apoyan a Rusia o se mantienen neutrales.
El hecho de que Trump, conocido por su relación con Putin, emita una condena tan fuerte, demuestra que la guerra en Ucrania ha alcanzado un punto crítico donde incluso las figuras que tradicionalmente han sido vistas como aliadas de Rusia están comenzando a distanciarse de las acciones de Putin. Esto podría tener un impacto significativo en las dinámicas de la política estadounidense y en la forma en que el conflicto es gestionado a nivel internacional.
Un conflicto que sigue escalando
El ataque a Kiev y la posterior reprimenda de Trump hacia Putin son solo una parte de la creciente escalada en la guerra entre Rusia y Ucrania. Aunque el ataque ha causado una gran cantidad de víctimas y daños, también ha generado un nuevo nivel de tensión internacional, con líderes de todo el mundo observando de cerca los desarrollos en Ucrania. La guerra continúa sin un final a la vista, y los próximos días podrían ser clave para determinar cómo se desarrollará la situación a medida que los países internacionales respondan a los últimos ataques de Rusia.
Fuente: The New York Times
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