Resulta incomprensible que se incremente el número de policías, sin que tengan las herramientas elementales para proteger sus vidas, en estas delicadas circunstancias que vivimos en todo el país.
No puede ser posible que traigan policías de otras provincias y no tengan un lugar para dormir, vivir, comer… Se ven en la necesidad de convivir entre varios policías para alquilar un departamento, rogar para que alguna institución educativa les permita dormir en aulas, sin ningún tipo de comodidades, lo que resultara indigno para los miembros policiales, y por supuesto por parte de nosotros, un rechazo total al mando policial como al gobierno…
Esto es sin lugar a duda, una prueba irrefutable del populismo y la demagogia de un régimen que desprecia la planificación carece de políticas de estado, y no tiene la menor noción de gestión y administración pública.
Las vidas de estos jóvenes policías, es responsabilidad de todos estos corruptos y sinvergüenzas, que los envían totalmente vulnerables a las fauces del narcoterrorismo…
Hoy mismo dialogaba con policías, créanme que en sus ojos se reflejaban la angustia y seguramente se estarán preguntando: ¿porque el Gobierno los utiliza como carne de cañón? ¿Pensarán que sus vidas no valen nada?…
Les he pedido confíen que Dios los va a proteger, que no anden solos, que se mantengan dignos y no se dejen corromper ni sobornar, que, si llegan a aceptar algún dinero sucio del hampa, marcarán sus carreras para toda la vida, con deshonor, vergüenza y posiblemente hasta con la muerte…
Fuente: La nación
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