Xavier A., testigo protegido del caso Plaga, reveló cómo operaban las redes de corrupción judicial que beneficiaban a narcotraficantes, sicarios, políticos y femicidas. Este testimonio ofrece una visión detallada de la corrupción en el sistema judicial ecuatoriano.

El 13 de agosto de 2024, Xavier A. B., uno de los procesados en el caso Plaga, rindió su testimonio anticipado en la Corte Nacional de Justicia. Este caso, derivado del caso Metástasis, ha sido complejo y ha involucrado a numerosos actores de la delincuencia organizada. Como parte de su colaboración, cinco de los 31 procesados han solicitado testificar antes del juicio.
Durante su declaración, Xavier A. explicó que, tras dejar su cargo como coordinador de pabellones en la Cárcel de Turi en Cuenca, se involucró en una red de corrupción. En enero de 2023, conoció a Lenin Vimos, quien, según la Fiscalía, lidera una estructura de corrupción dentro del sistema judicial. A través de Omar J., otro procesado que también dará testimonio, Xavier A. se encontró con Vimos en Riobamba.
Xavier A. narró que Vimos le pidió ayuda con gestiones en Cuenca, incluyendo la entrega de documentos para la liberación de detenidos. Uno de los casos involucró al peruano Celso Villalobos, condenado por narcotráfico y liberado en abril de 2023. Posteriormente, Vimos le envió una boleta de excarcelación para un preso en Azogues. Xavier A. descubrió que la boleta había sido emitida en Montecristi por la jueza Gina Zambrano, quien luego fue destituida y procesada por prevaricato.
El testigo también relató cómo, bajo la presión de Vimos, comenzó a colaborar más activamente en la liberación de detenidos. Aceptó recibir sobornos y prestar su cuenta bancaria para estos fines. Xavier A. recibió USD 12.500 de la pareja de un condenado por asesinato, pero descubrió que la transferencia era falsa. Vimos le exigió que cubriera la deuda, bajo amenaza de violencia.
Xavier A. reveló que diferentes estructuras de corrupción operaban en paralelo, vinculadas a bandas narcodelictivas. Vimos estaba asociado con Los Lobos, Banny Molina con Los Choneros, y una tercera red, liderada por el expolicía Jorge Í., apoyaba a los R7. Estas redes colaboraban entre sí y establecían tarifas que variaban entre USD 25.000 y USD 50.000 para la liberación de detenidos, dependiendo de la gravedad del delito.
En conclusión, el testimonio de Xavier A. pone de manifiesto la compleja y extensa red de corrupción que afecta al sistema judicial. Las estructuras descritas no solo revelan el alcance de la corrupción sino también la colaboración entre diferentes bandas delictivas para obtener beneficios ilícitos, lo que subraya la necesidad de reformas profundas y una vigilancia más rigurosa en el sistema judicial.
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