Ollas oxidadas, comida arrojada en el suelo, alimentos con mala refrigeración, fueron algunas de las novedades con las que se encontró la Agencia Metropolitana de Control (AMC) durante una inspección a un restaurante ubicado en el sector de La Pradera, en el norte de Quito. En el operativo, los inspectores también verificaron que la cocina y estufas estaban corroídas y un trapeador fue colocado en el lavaplatos.
Debido a las malas condiciones de higiene en el interior de la cocina, la AMC clausuró el restaurante. La dueña del local, quien no contaba con el permiso de funcionamiento, podría enfrentar sanciones legales.
En un comunicado, la entidad de control recalcó que las condiciones de insalubridad en establecimientos de comida son una fuente de enfermedades bacterianas. La AMC enfatizó la importancia de mantener altos estándares de higiene para garantizar la salud pública.
Clausuras en la Universidad Central
En menos de un mes, se han clausurado al menos seis negocios de este tipo en Quito. El pasado 7 de junio, en un operativo conjunto, se cerraron cinco locales de comida ubicados en los alrededores de la Universidad Central. Todo esto debido a las malas condiciones sanitarias y la venta irregular de bebidas alcohólicas.
Durante la inspección se encontraron nidos de cucarachas que rondaban la comida y el área de cocina, mientras que los baños se encontraban en un estado deplorable. La falta de espacio adecuado para la preparación de alimentos obligaba a los empleados a manipular los productos en medio de escobas y basureros
Falta de publicación de nombres por Arcsa
Semanas atrás, las autoridades ya habían entregado actas de advertencia a estos locales para que corrigieran las infracciones a las normas técnicas de turismo. Según la AMC, los establecimientos hicieron caso omiso a las recomendaciones, lo que desembocó en su clausura definitiva. La entidad también señaló que Arcsa, la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria, no publica los nombres de los negocios clausurados, lo que genera preocupación entre los consumidores.
La clausura de seis restaurantes en Quito en menos de un mes por insalubridad resalta la necesidad urgente de mejorar las condiciones sanitarias en los establecimientos de comida. Las autoridades continuarán con sus inspecciones para garantizar la seguridad alimentaria y proteger la salud de los ciudadanos.
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