La Federación de los Pueblos Kichwa de la Sierra Norte del Ecuador (Chijallta FICI), organización que agrupa a los pueblos Karanki, Otavalo, Natabuela y Kayambi, anunció el inicio de una tregua temporal en el paro que se desarrolla en Imbabura. La decisión se da como un gesto de buena fe. El objetivo es priorizar el diálogo como camino para resolver los conflictos con el Gobierno Nacional.

La dirigencia indígena recalcó que esta medida busca demostrar voluntad política para encontrar soluciones pacíficas que beneficien a toda la sociedad ecuatoriana.
Derechos colectivos y respaldo internacional
En un comunicado oficial, Chijallta FICI recordó que su accionar está amparado en los derechos colectivos reconocidos en la Constitución del Ecuador y en tratados internacionales. Entre ellos se destacan el Convenio 169 de la OIT y la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. Estos instrumentos refuerzan la legitimidad de sus demandas.
La organización resaltó que el diálogo intercultural es un mecanismo esencial para alcanzar una paz duradera. Esto lo establece el artículo 57 de la Constitución, que protege los derechos de los pueblos y nacionalidades indígenas.
Condiciones para abrir el diálogo
La tregua anunciada por los pueblos kichwa implica la apertura a un proceso de diálogo, pero bajo principios claros: respeto mutuo, transparencia y buena fe. Los dirigentes recalcaron que este espacio debe ser verdaderamente intercultural, con reconocimiento a los usos, costumbres e instituciones ancestrales de las comunidades.
Además, demandaron el respeto pleno al carácter plurinacional e intercultural del Ecuador, establecido en la Constitución. Exigieron que el Gobierno garantice la consulta previa, libre e informada para todas las decisiones que afecten a sus territorios y formas de vida.
Exigencias al Gobierno Nacional
La Federación Chijallta FICI hizo un llamado urgente para que se detenga la criminalización y judicialización de los dirigentes indígenas. También pidieron detener la represión contra las comunidades movilizadas. Insistió en que sus acciones son legítimas y están amparadas por la Constitución. También por los tratados internacionales ratificados por el Ecuador.
Asimismo, solicitaron que el Ejecutivo asuma compromisos verificables y con plazos definidos, con el respaldo de instrumentos internacionales como el Convenio 169 de la OIT. Además, la Declaración de la ONU sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas debe ser considerada.
Presencia de garantes y vigilancia ciudadana
Un punto clave planteado por la dirigencia indígena es la necesidad de contar con garantes nacionales e internacionales en el proceso de diálogo. Estas instancias tendrían la tarea de testificar públicamente el desarrollo de las conversaciones y garantizar que se respeten los acuerdos alcanzados.
La Federación señaló que se mantendrá vigilante al cumplimiento de los compromisos. Recordó que la verdadera paz se construye con hechos concretos, más allá de los discursos.
Llamado a la unidad y construcción de paz
Finalmente, Chijallta FICI invitó al Gobierno Nacional, a los gobiernos locales y a la sociedad civil a trabajar conjuntamente en soluciones. Estas deben promover el buen vivir, la justicia social y una paz duradera. Recalcaron que la tregua no significa un abandono de sus luchas, sino una oportunidad para encaminar un diálogo sincero y constructivo.
Fuente: El Comercio
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