El Cónclave para elegir al nuevo Papa de la Iglesia Católica ha comenzado con una señal clara: la primera fumata ha sido negra. Este humo, que sale de la chimenea de la Capilla Sixtina, simboliza que no ha habido un acuerdo entre los cardenales electores sobre quién será el sucesor de Francisco. Así, el proceso de elección continúa, con la incertidumbre marcando este histórico momento. El Cónclave, que se lleva a cabo bajo estrictas normas y tradiciones, es un acto de máxima importancia para la Iglesia Católica y el futuro de la humanidad.
El Cónclave inicia con la primera fumata negra: La espera continúa
La ceremonia de elección comenzó este miércoles. Los 133 cardenales electores se reunieron en la Capilla Sixtina, y las puertas se cerraron a las 17:46 hora local. Este es el inicio del proceso que culminará con la elección del 267° Papa. Miles de fieles se agruparon en la Plaza de San Pedro, esperando ver señales que indiquen si ya se ha elegido al nuevo Papa. Sin embargo, la primera votación, a las 21:00 horas (19:00 GMT), resultó en humo negro. Esto significa que no hubo consenso entre los cardenales, y el Cónclave continúa.
La misa “Pro eligendo Pontifice” da comienzo al proceso de elección del nuevo Papa
Durante la mañana, antes de que comenzara el Cónclave, el cardenal decano Giovanni Battista Re ofició la misa “Pro eligendo Pontifice” en la Basílica de San Pedro. En su homilía, instó a los cardenales a elegir un Papa que pueda guiar a la Iglesia en este momento complejo de la historia. También resaltó la importancia de la unidad y el compromiso con el bien de la Iglesia y de la humanidad, por encima de intereses personales. Sin embargo, la primera fumata negra en el Cónclave para elegir al nuevo Papa dejó claro que aún no hay acuerdo entre los cardenales y el proceso continuará.
Los papables más destacados en la carrera para suceder a Francisco
El Cónclave, que implica una profunda reflexión y oración, ha traído consigo una gran expectación sobre los posibles candidatos. Entre los principales papables se destacan nombres como Pietro Parolin, el cardenal filipino Luis Antonio Tagle, el sueco Anders Arborelius y el jesuita luxemburgués Jean-Claude Hollerich. Estos, entre otros, se perfilan como los posibles sucesores de Francisco, mientras que el humo negro ha dejado claro que el camino hacia la elección del nuevo Papa aún continúa.
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