El presidente Daniel Noboa confronta directamente a la Corte Constitucional, algo poco común en la historia reciente del país. Desde la etapa poscorreísta, ningún mandatario había protagonizado un choque tan evidente con este órgano de control. Este enfrentamiento refleja tensiones crecientes entre el Ejecutivo y el sistema legal ecuatoriano.
La Corte obstaculiza la agenda de Noboa
El gobierno de Daniel Noboa ve a la Corte Constitucional como un freno para sus proyectos. La situación se agravó cuando los jueces aceptaron tres demandas contra las leyes de Solidaridad Nacional, Inteligencia e Integridad Pública. Como medida provisional, suspendieron 17 artículos de estas normativas impulsadas por ADN.
La ministra de Gobierno, Zaida Rovira, expresó que esa postura legalista complica la acción del Ejecutivo en un momento de crisis. Por eso, el 12 de agosto, Noboa liderará una marcha hacia la Corte. Según dijo, busca hacer sentir a los jueces “el verdadero poder del pueblo”.
Referendo como herramienta de presión
Para aumentar la presión, Noboa propuso un referendo. La consulta permitirá que la ciudadanía decida si los jueces pueden ser sometidos a juicio político. Esto colocaría a la Corte bajo control de la Asamblea Nacional, lo cual genera preocupación en varios sectores.
En una cadena nacional, Noboa, Rovira y Niels Olsen, presidente del Legislativo, criticaron a los magistrados. Los acusaron de actuar por intereses personales. Además, reclamaron que no rinden cuentas. Rodeados de militares y policías, exigieron respuestas claras de la Corte. Mientras tanto, otros ministros compartieron mensajes similares en redes sociales.

Choques anteriores con la Corte
El conflicto no empezó ahora. En mayo de 2024, la Corte cuestionó el estado de excepción por la crisis eléctrica. Aunque lo aceptó parcialmente, negó la militarización. Luego, el tribunal rechazó el conflicto armado interno por falta de pruebas.
A pesar de estas decisiones, Noboa no cambió su postura. En julio, buscó respaldo internacional para presionar a la Corte. En marzo de 2025, los jueces ordenaron crear una comisión interinstitucional para supervisar al Ejecutivo. Al principio, el Gobierno ignoró el fallo. Sin embargo, luego envió a sus delegados a una reunión de seguimiento.
El presidente también ha enviado cinco reformas constitucionales. Dos fueron rechazadas por falta de claridad y coherencia. En noviembre de 2024, la Corte recordó que esos cambios no deben basarse en cálculos políticos. En febrero de 2025, advirtió que dividir las reformas debilita el proceso constitucional.
La Corte incomoda a todos los gobiernos
Daniel Noboa no es el único presidente que ha tenido choques con la Corte Constitucional. Lenín Moreno también enfrentó críticas cuando la Corte rechazó estados de excepción y medidas económicas. Su gobierno impulsó un referendo que permitió renovar al tribunal.
Los jueces actuales, sin embargo, adoptaron una postura firme. Durante la pandemia, anularon tres decretos de excepción. También bloquearon la recaudación anticipada de impuestos y limitaron medidas represivas durante el paro de 2019.
El expresidente Guillermo Lasso vivió situaciones similares. La Corte corrigió decretos sobre la pandemia y criticó la falta de acciones estructurales frente a la crisis carcelaria. Además, le recordó que debía usar mecanismos legales ordinarios.
Hoy, con Daniel Noboa, la tensión se intensifica. El Ejecutivo acusa abiertamente a la Corte de actuar como enemiga del pueblo. Esta postura coincide con campañas en redes que atacan a los jueces. El objetivo parece ser influir en sus decisiones y debilitar su independencia.
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