El Mundial de Muay Thai es el gran objetivo de Samuel Sánchez, un peleador ecuatoriano de 30 años, quien es el claro ejemplo de que, cuando las adversidades se presentan, la perseverancia y el esfuerzo personal son los elementos que permiten superar cualquier obstáculo. Su sueño es representar a Ecuador en los mundiales de Muay Thai en Turquía (del 22 al 31 de mayo) y en el de Kickboxing en China (del 7 al 11 de agosto), pero su camino hacia estos eventos está lleno de desafíos, especialmente debido a la falta de apoyo estatal. Samuel, apodado «The Last Jedi», ha hecho de su pasión un estilo de vida, enfrentándose a la falta de recursos con determinación y creatividad.

El esfuerzo personal como motor de su sueño
A pesar de la escasez de respaldo institucional, Samuel no ha dejado que esto frene su propósito. Se ha embarcado en una gestión que combina su trabajo como entrenador de boxeo y Muay Thai con su formación en comunicación social. En este sentido, la combinación de su labor diaria y su disciplina en los entrenamientos le ha permitido organizar rifas, una estrategia que lo ha ayudado a financiar su preparación y los costos asociados a su viaje a Tailandia, donde afina su preparación para los mundiales. La rifa no solo le permitirá cubrir los gastos de transporte y hospedaje, sino también los de su indumentaria y su alimentación.
La importancia de entrenar fuera del país
Samuel sabe que, para representar a Ecuador de la mejor manera posible, es necesario formarse en escenarios internacionales. “La única forma en que nosotros podamos representar al Ecuador de la mejor manera es al salir a entrenar a otros lados y traer ese conocimiento para que otras personas puedan también mejorar y salir”, comenta el peleador, quien busca traer el mejor nivel de preparación para contribuir al desarrollo de los deportes de contacto en su país. Esta es la razón por la cual su destino lo lleva a Tailandia, un lugar reconocido mundialmente por ser la cuna del Muay Thai.
La constante lucha por el apoyo
A lo largo de su carrera, Samuel ha buscado incansablemente apoyo, tanto del sector privado como del público, pero lamentablemente, ha encontrado muchas puertas cerradas. Aunque las federaciones deportivas le han ofrecido un «cupón» o un espacio para participar en competiciones internacionales, en realidad, la falta de recursos es lo que más dificulta su preparación. “No hay un verdadero apoyo. Te dicen: ‘Te apoyamos como federación, pero no te damos nada, ni un dólar, ni uniformes, ni nada’”, menciona Samuel. Esta realidad refleja la desconexión entre los esfuerzos individuales de los deportistas y la falta de respaldo institucional que muchos enfrentan.
Un sueño inquebrantable
Samuel no es ajeno a los sacrificios. Desde sus inicios, ha trabajado desde abajo, silenciosamente, sin dejar de luchar por sus sueños. De hecho, se ha inspirado en figuras como Baki e Ippo Makunouchi, personajes de anime que, al igual que él, representan la lucha constante y la superación. Su sueño es claro: pelear, enseñar y ayudar a otros a cumplir sus metas. «Mi sueño es pelear, mi vida es pelear, soy muy bueno peleando, soy muy bueno dando clases», dice con pasión. Para Samuel, esta es la oportunidad de ayudar a su familia, amigos y futuras generaciones a tener el apoyo que él no siempre recibió.

La fe y la determinación como pilares
Para Samuel, el éxito no es solo cuestión de esfuerzo físico, sino también de fe. «Si tienes un sueño, abrázalo con mucha fuerza», destaca como una de las frases que ha marcado su vida. Esta creencia lo ha impulsado a ganar múltiples reconocimientos y a formar lazos de amistad con personas que lo motivan a seguir adelante. En febrero de 2025, Samuel viajará a Tailandia para continuar luchando por sus sueños. “Confiando en Dios, es Él quien guía nuestro camino y cuanto logramos es siempre para mayor gloria suya”, reflexiona.
La trayectoria de un guerrero
Desde su debut en 2016 en el Victory Kickboxing, Samuel ha demostrado su destreza, logrando victorias importantes, como un nocaut en su primera pelea, y dos victorias en MMA en el mismo año. Ha luchado en las principales carteleras del país, con un saldo de cinco victorias y dos derrotas. Hoy en día, Samuel es también entrenador privado, y sus alumnos siguen invictos en sus respectivas competencias. Su compromiso con el deporte es inquebrantable, y su historia es un testimonio de cómo la perseverancia puede superar cualquier adversidad.
Samuel Sánchez sigue persiguiendo un sueño que va más allá de su propio éxito; es un reflejo de todos aquellos que, como él, buscan dejar su huella en el mundo de los deportes de contacto. Su esfuerzo y fe son la prueba de que, cuando el apoyo es escaso, la determinación personal lo es todo. Para ser parte de su camino hacia el Mundial de Muay Thai, puedes seguirlo en su Instagram @samuelthelastjedi, donde podrás obtener más información sobre cómo participar en su rifa, que ofrece increíbles premios proporcionados por diversas marcas. ¡No pierdas la oportunidad de apoyar a Samuel y ganar fantásticos premios!
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