Paro en Ecuador: mesa de diálogo urgente ante 18 días de crisis nacional
Ecuador cumple 18 días consecutivos de protestas. La situación social y política se intensifica, y cada día crece la necesidad de una mesa de diálogo urgente. La protesta nacional, encabezada por sectores indígenas y sociales, ha alcanzado la misma duración que el paro de 2022, aunque esta vez las movilizaciones se concentran en zonas específicas. El país enfrenta una encrucijada crítica.
Frente a esta coyuntura, representantes del sector evangélico han propuesto un acercamiento urgente entre el Gobierno y la Conaie. A través de un comunicado conjunto, la Confraternidad Evangélica Ecuatoriana (CEE), la Comisión Iberoamericana de Derechos Humanos, el Consejo de Ancianos de Guayaquil, el Cuerpo de Pastores de Quito y otras organizaciones cristianas plantean una salida pacífica al conflicto.
Sector evangélico: “El diálogo es el único camino digno”
Edwin Riera, presidente de la CEE, afirma que tienen un equipo listo para actuar como mediador entre las partes. Para ellos, el actual paro en Ecuador demanda una mesa de diálogo urgente, donde el Estado, los pueblos, las iglesias y la sociedad civil se sienten a negociar. Asegura que “el Ecuador no puede seguir dividido por ideologías o intereses personales”.
En su declaración a medios, Riera enfatizó que el país necesita sanar heridas mediante el perdón, la verdad y la justicia. La verdadera reconciliación nacional, dijo, “no se construye desde la imposición ni desde la violencia, sino con escucha activa y compromiso por el bien común”.
Llamado a deponer posturas rígidas y tender puentes
El movimiento evangélico propone una conciliación neutral, sin imposiciones, que se base en la voluntad compartida de evitar más daño económico y social. “Imbabura está al borde del colapso económico. No podemos seguir alimentando la crisis con más confrontación”, señaló Riera, recordando que los mayores afectados siempre son los más vulnerables.
La mesa de diálogo urgente para el paro en Ecuador contaría con la participación de representantes sociales, comunidades indígenas, Gobierno y observadores internacionales. Riera recalcó que “el diálogo no es una posición religiosa, sino un principio universal comprobado”.
Comunicación formal con Gobierno y Conaie
El líder evangélico confirmó que ya han iniciado comunicaciones formales con el Gobierno, la Asamblea Nacional y con la Feine, organización indígena evangélica que actúa como puente con la Conaie. Aunque aún no hay una respuesta oficial de ninguna de las partes, la CEE insiste en que el rol de facilitador está disponible.
Reconocen que no pueden imponer una mediación, pero seguirán haciendo llamados y enviando propuestas. La neutralidad, asegura Riera, es clave para lograr una conciliación real y no agravar el conflicto.
Una advertencia ante el estancamiento: perderán los más vulnerables
Ante la posibilidad de que ambas partes se mantengan en posturas rígidas, Riera expresa su preocupación: “El pueblo necesita trabajar y vivir en paz. No podemos caer en la trampa del orgullo o del cansancio estratégico”.
El líder cristiano fue claro en su mensaje a quienes comparten su fe y están en las protestas, tanto del lado del Gobierno como de los movimientos sociales: “La paz no se impone ni se decreta; se construye en la mesa del diálogo. Pastores, no se atrincheren, abran caminos para sanar”.
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