Entre 2013 y 2025, el IESS transfirió más de $8 mil millones a prestadores externos. Esta cifra supera el presupuesto de varios ministerios juntos.
Mientras tanto, miles de afiliados esperaron meses o años por cirugías, exámenes y tratamientos básicos en hospitales públicos sin insumos ni personal suficiente.
La inversión pública en salud se desvió hacia el sector privado, generando una dependencia estructural que debilitó aún más la capacidad del sistema estatal.
Infraestructura privada se multiplicó mientras hospitales públicos colapsaban
Prestadores como Davita, Servident, Semedic y Kennedy expandieron sus instalaciones. Lo hicieron gracias a pagos del IESS, en medio de la crisis hospitalaria nacional. Los pagos millonarios del IESS a clínicas privadas impulsaron la expansión en un contexto crítico.
Solo 15 personas naturales y representantes de 20 empresas recibieron casi la mitad de los pagos del IESS. La bonanza se concentró en pocos beneficiarios de los pagos millonarios del IESS a clínicas privadas.

Caso emblemático: Clínica de Ojos y su expansión millonaria
José Vicente Sacoto Navia recibió $68 millones del IESS. Pasó de una sede de 400 m² a cuatro clínicas con quirófanos y tecnología de punta.
En 2024, pacientes denunciaron ceguera por un fármaco presuntamente falsificado. La Fiscalía investiga tres casos. Sacoto afirma haber rehabilitado a 11 de 13 afectados.
Con $8 mil millones, el IESS pudo construir 40 hospitales como Los Ceibos. Sin embargo, el respaldo de los pagos millonarios del IESS a clínicas privadas fortaleció el sector privado, dejando a afiliados en espera.
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