El proceso de revocatoria del mandato en contra del alcalde de Quito, Pabel Muñoz, llegó a su final sin éxito. Después de seis meses de trabajo, el colectivo que impulsaba la iniciativa no logró presentar las firmas requeridas para continuar con el trámite.
La revocatoria que no prosperó
El movimiento ciudadano liderado por Néstor Marroquín tenía hasta el 5 de octubre de 2025 para entregar aproximadamente 206.000 firmas válidas, equivalentes al 10% del padrón electoral. Sin embargo, el Consejo Nacional Electoral (CNE) confirmó que no se recibieron los formularios dentro del plazo establecido, uno donde Pabel Muñoz estaba en el centro de atención.
A pesar de que el grupo ‘Chao Pabel’ aseguró haber reunido cerca de 470.000 firmas, el proceso se dio por concluido sin entrega formal. La falta de cumplimiento con los requisitos formales impidió avanzar con la solicitud de revocatoria.
Reacción de Pabel Muñoz
Durante su espacio radial Frecuencia Quiteña, el alcalde expresó satisfacción por el desenlace del proceso. Según dijo, el hecho de que no se entregaran las firmas demuestra que la ciudadanía apuesta por la estabilidad y el progreso de la capital, mostrando su apoyo a Pabel Muñoz.
Muñoz destacó que su administración ha cumplido el 65% del plan de trabajo previsto para el periodo 2023-2027. Entre los logros mencionó obras de rehabilitación vial, mejora de espacios comunitarios, atención a jóvenes, creación de los centros Quito Wawas y Casas Somos, y avances en movilidad, como la operación del Metro de Quito y la renovación de la flota de trolebuses eléctricos.

Detalles del proceso según el CNE
El coordinador de organizaciones políticas del CNE, Luis Bravo, explicó que el 8 de abril se entregaron los formularios oficiales al promotor de la revocatoria, quien tenía 180 días para completar el trámite. El 2 de junio se presentaron 600 formularios con unas 4.800 firmas, y el 5 de octubre se notificó que no se entregarían más.
Posteriormente, Marroquín solicitó al CNE que no se verificaran las firmas ya entregadas y pidió la devolución de los formularios. Bravo indicó que es la primera vez que ocurre un caso similar y que se consultó a la dirección jurídica del organismo para determinar cómo proceder, especialmente con los involucrados como Pabel Muñoz.
Las razones del promotor para desistir
Néstor Marroquín explicó que la mayoría de los formularios no cumplía con la certificación juramentada exigida por el CNE, requisito indispensable para validar las firmas. Además, reconoció que el texto de declaración generó temor entre los voluntarios, quienes temían asumir responsabilidades legales por errores en la recolección, incluso en el contexto del caso de Pabel Muñoz.
El activista también mencionó su decisión de destruir los formularios ante notario, en cumplimiento con la Ley de Protección de Datos Personales, para evitar el mal uso de la información ciudadana.
Por último, Marroquín recordó que existe un recurso extraordinario de protección presentado por Muñoz ante la Corte Constitucional, el cual aún no ha sido resuelto. Dependiendo del fallo, el proceso podría ser definitivamente cerrado o dar paso a futuras solicitudes de revocatoria.
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