Nueve parroquias de Quito, entre las que se encuentran Tumbaco, Cumbayá y Puembo, han presentado una solicitud para convertirse en cantones independientes. Esta petición surge debido a la desatención prolongada del Municipio de Quito y la insuficiente asignación de sus ingresos por impuestos prediales, de los cuales sólo se les otorga el 54% de lo generado. La situación se complica con la baja ejecución presupuestaria en las Administraciones Zonales, siendo Tumbaco una de las menos eficientes con un 23.81% de ejecución hasta junio y Eugenio Espejo con un 9.52%.
Parroquias cumplen con los requisitos para ser cantones
Las parroquias que buscan separarse de Quito cumplen con los requisitos establecidos en el Código Orgánico Territorial. Estos requisitos incluyen una población mínima de 50,000 habitantes y una antigüedad de al menos 10 años desde su creación. A pesar de cumplir con estos criterios, la Prefectura de Pichincha no ha respondido a la solicitud de cantonización presentada hace dos años. La Prefectura argumenta que se requiere información adicional y la resolución de aspectos técnicos antes de proceder.
El portavoz de la Junta Cívica Pro Cantonización del Valle del Ilaló, Pablo Guerrero, indicó que estas parroquias generan ingresos anuales de $54 millones. La propuesta es que el 70-80% de estos ingresos se destinen a inversión, en lugar del actual 20-25%. Aunque se espera una consulta popular para la creación del nuevo cantón, encuestas revelan que un 80% de los residentes apoyan esta iniciativa.
La falta de inversión en las parroquias es un problema constante
Las nueve parroquias implicadas están repartidas entre las Administraciones Zonales Tumbaco y Eugenio Espejo. Dentro de la Administración Zonal Tumbaco se encuentran Nayón, Cumbayá, Tumbaco, Puembo, Pifo, Yaruquí, Tababela, el Quinche y Checa. Los residentes de estas áreas destacan que no cuentan con una Casa de Justicia, un hospital público o una estación de policía. La Administración Zonal Tumbaco ha ejecutado sólo el 23.81% de su presupuesto hasta el 30 de junio, mientras que Eugenio Espejo ha mostrado una ejecución aún más baja, del 9.52%.
Marco Veintimilla, presidente del barrio La Tola Chica de Tumbaco, argumenta que la desatención del Municipio ha llevado a la falta de obras y servicios esenciales. A pesar de las solicitudes diarias de los líderes barriales, las necesidades básicas no son atendidas adecuadamente. Veintimilla añadió que el Municipio de Quito entrega solo $12 millones de los $54 millones generados por impuestos prediales a estas parroquias. De esos $12 millones, Tumbaco recibe $4 millones, los cuales no se ejecutan de manera eficiente.
Requisitos para la cantonización y el estado actual del proceso
Pablo Guerrero explicó que para que las parroquias puedan convertirse en cantones, deben cumplir con varios requisitos según el artículo 22 del Código Orgánico Territorial. Entre estos requisitos están una población mínima de 50,000 habitantes en el futuro cantón, una delimitación física detallada del territorio, al menos 10 años de antigüedad de las parroquias, y la obtención de informes favorables del gobierno provincial y organismos nacionales de planificación. Aunque las parroquias cumplen con estos requisitos, la Prefectura de Pichincha aún no ha respondido a la solicitud, debido a la falta de información adicional requerida.
Reacción de la Prefectura y la opinión de los exalcaldes
La Prefectura de Pichincha ha indicado que la solicitud para la cantonización no ha avanzado debido a la falta de información adicional. El Departamento de Comunicación de la Prefectura mencionó que la Cámara Provincial solicitó detalles adicionales hace dos años y no ha recibido una respuesta satisfactoria.
Seis exalcaldes de Quito han manifestado su oposición a la separación de las parroquias. Ellos argumentan que la solución no es la división territorial, sino la descentralización y modernización del gobierno. En lugar de dividir Quito, proponen mejorar la administración mediante un proceso de descentralización operativa y una revisión de la estructura administrativa existente. Los exalcaldes creen que la fragmentación podría aumentar la burocracia y complicar la gestión de servicios esenciales.
El debate sobre la cantonización de las parroquias sigue abierto, con opiniones encontradas sobre la mejor forma de abordar las necesidades de estas áreas y el futuro de Quito.
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