La tranquilidad del sector Samanes, en el norte de Guayaquil, volvió a romperse durante la madrugada de este viernes con una fuerte explosión que, según los moradores, se escuchó en varias etapas del conjunto habitacional, e incluso fue percibida hasta el sector de La Joya. Se trata del segundo estallido en menos de 48 horas, generando una creciente preocupación entre los residentes.

“Eso es criminal”, expresaron indignados vecinos de Samanes 2 al presenciar nuevamente una escena de violencia que, aunque no dejó personas heridas, sí causó cuantiosos daños materiales y un fuerte impacto psicológico entre quienes habitan la zona.
Daños materiales por la onda expansiva
La explosión provocó una poderosa onda expansiva que lanzó escombros por toda la avenida, alcanzando incluso las viviendas ubicadas al otro lado de la calle. En el sitio se podían observar fragmentos de vidrio, restos de cemento y pedazos de mampostería esparcidos por la calzada.
Uno de los inmuebles más afectados fue una casa de dos pisos, cuya fachada sufrió el desprendimiento de parte del balcón del segundo nivel y daños estructurales. Un vehículo que se encontraba estacionado dentro del garaje también resultó impactado: su parabrisas y el capó presentaban serias afectaciones tras el estallido.
Efectos colaterales en viviendas vecinas
La detonación no solo afectó directamente a la casa atacada, sino que también provocó daños colaterales en las viviendas aledañas. Varias ventanas de casas situadas al frente quedaron destruidas por la presión del estallido, lo que evidencia la magnitud de la explosión.
Los habitantes del sector manifiestan su temor y frustración ante la falta de acciones preventivas y piden a las autoridades una respuesta firme. “No es posible vivir con este miedo. Hoy fue esta casa, mañana puede ser la nuestra”, señaló un residente, que prefirió mantener el anonimato.
Reacciones vecinales y exigencia de seguridad
El impacto emocional ha sido profundo. La reiteración de estos eventos en un corto lapso de tiempo ha generado zozobra entre los ciudadanos, quienes demandan mayor presencia policial y una investigación exhaustiva que permita identificar a los responsables.
Vecinos se han organizado para denunciar el hecho y solicitar patrullaje constante en el sector, además de cámaras de videovigilancia. Aseguran que el aumento de actos violentos en zonas residenciales es una señal clara del deterioro de la seguridad ciudadana.
Un llamado urgente a las autoridades
Los moradores de Samanes 2 hacen un llamado urgente a las autoridades locales y nacionales. Consideran que el sector ha sido abandonado ante el avance de la violencia y el crimen organizado, que ahora se manifiesta incluso en zonas antes consideradas tranquilas.
La comunidad exige medidas concretas: investigación del atentado, instalación de botones de pánico, mayor iluminación en zonas vulnerables y patrullajes continuos. No quieren que este nuevo atentado quede en la impunidad.
Fuente: Instagram – @noticiasguayaquil
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